El miércoles pasado removieron de su cargo de responsable del Plan Remediar, doctor Juan Haick, de conocida trayectoria en el ámbito de la Salud Pública. Su delito: haber participado de marchas y asambleas exigiendo aumento de salario, desprecarización laboral y la Salud como política de Estado.
Empleados de esa dependencia relataron que el ministro de Salud, Luis César Martínez (gran ex amigo del ex intendente Julio Alegre -en la foto-), fue alertado por el “confeccionador de listas negras”, el médico “Pepo” Feraud, (autotitulado como “progre”), acerca de que el doctor Haick estaba siendo visitado en su oficina de Remediar por sospechosos “activistas” de Salud.
Fue entonces que Martínez dictó una resolución por la cual separó a Haick de Remediar y lo envió a 150 km. de distancia, para labores de guardias médicas, a pesar de los 60 años de este médico.
El ministro, como conocido cobarde que es, justificó este traslado en que el Haick es médico de Acción Radiante y, consecuentemente, debe estar en el interior de la provincia.
Lo llamativo es que su asesor, “el doctor correveidile” Feraud, también es médico de Acción Radiante. La pregunta es obvia: ¿por qué no lo envía también al interior? O, ¿por qué no le aconseja que cumpla con su beca de médico comunitario alguna vez?
Este Feraud fue un genuflexo del ministro de Salud de la intervención federal, doctor Donato Spaccavento, y se autotitulaba “peronista revolucionario”. Luego, en la interna, lo descubrieron que no jugaba para el candidato peronista de los interventores. Le perdonaron la vida y también lo indultaron por los bolsines que llevaba diciendo que iba a repartir entre la gente de su “línea interna” peronista. Los que lo conocen aseguran que todavía éste Feraud es poseedor de bolsas de azúcar y de botellas de aceite que, en la época de la intervención, debió haber distribuido entre la gente más humilde.
Pero ahora, sigue zafando porque, como corresponde, se autotitula “zamorista de la primera hora”, aunque a los oídos le dice a Martínez que es “martinista” y “kirchnerista”.
En Salud, como decimos, sigue la persecuta. El doctor Gustavo Cáceres, médico Comunitario, fue suspendido en sus haberes otro mes. También se atrevió a luchar por mejoras salariales. Se le está sustanciando un sumario administrativo, pero fue declarado culpable “de modo preventivo”.
Como ya es norma, el principio de inocencia no rige en Santiago del Estero frente a tamaños funcionarios ineptos, pero especializados como mendicantes.
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