La unidad de la empresa San José que rompió una cubierta, volcó y mató al chofer y a doce comprovincianos del departamento Pellegrini, es una de las tantas que ganan dinero fuera de la ley en este “nuevo Santiago”. Cumplía su recorrido sin permisos correspondientes y amparada por una medida judicial. ¡Un recurso de amparo que se mantiene hace más de tres años! ¡Una verdadera vergüenza! (Tenía permiso de un juez sine die, toda la vida, o hasta que ocurriera una tragedia como la de esta madrugada).
Los funcionarios provinciales -desde Gerardo Zamora para abajo-, podrían darse una vuelta por la fastuosa Terminal o las “terminales truchas” y comprobar que con permiso o sin autorización, los micros que llevan y traen -a costosos boletos- a nuestros hermanos del interior no pueden circular por ningún lado y deberían ser retirados ¡ya!, y dejar de causar pérdidas humanas y poner en riesgo a sus pasajeros.
Al azar, los funcionarios del “nuevo” Santiago podrían subirse en cualquiera de los micros que viajan a pueblos del interior y advertirán el injusto trato al que son sometidos nuestros campesinos trasladados en esta clase de vehículos; todos al margen de la ley.
Claro que hay varias líneas de una empresa que tiene los micros en peores situaciones pero que nadie ni les pide carnet de conductor porque los dueños son parientes o amigos de los más altos funcionarios del gobierno zamorista, y hasta hace pocos años los representaba legalmente el actual fiscal de Estado.
A “comprar” abogados
No hay que esperar nada de estos funcionarios. Van a hacer como siempre, o sea dejar pasar el tiempo. Que pase otro accidente para que nos olvidemos de la tragedia del departamento Pellegrini. En el ínterin van a salir a “comprar” a los abogados que tomen el caso para que no haya ningún funcionario (ni de Transporte ni del Ministerio de Obras Públicas ni el juez que dictó el amparo) imputado o encarcelado.
Así quedaron impunes los accidentes con muertos que protagonizaron dos parientes de altos funcionarios. O hicieron olvidar a la gente de los 39 presos de la Cárcel Pública de Varones que fueron fusilados por guardiacárceles que responden a un ministro, como es Ricardo Daives. Igualmente, siguen libres los médicos que negociaron con un laboratorio extranjero y experimentaron una vacuna con criaturas a las que les causaron la muerte. Ya nadie recuerda a Raúl Domínguez que por denunciar a los funcionarios corruptos que estafaron a la dirección de Rentas la policía lo torturó hasta matarlo porque no quiso cambiar la declaración. ¡La lista es extensa¡
Lo mismo va a ocurrir con esta tragedia del micro en el departamento Pellegrini, protagonizada por quienes desde su pobreza están obligados a viajar en micros fuera de la ley que circulan sólo y exclusivamente gracias a las “gestiones fuera de la ley” de funcionarios de este gobierno.
Pronto vamos a ver cómo se “compran” a los abogados que designen los familiares de las víctimas y todo va a seguir igual.
En horas se iniciará la operación olvido y ni los pasquines del jefe de Gabinete, Elías Suárez, van a recordar a los fallecidos en el ómnibus clandestino. Tampoco nadie va a levantar la palabra para que se haga justicia y paguen con la cárcel y su patrimonio estos funcionarios culpables de tan malo y hasta ilícito servicio de estos “medios de transporte”.
Los funcionarios provinciales -desde Gerardo Zamora para abajo-, podrían darse una vuelta por la fastuosa Terminal o las “terminales truchas” y comprobar que con permiso o sin autorización, los micros que llevan y traen -a costosos boletos- a nuestros hermanos del interior no pueden circular por ningún lado y deberían ser retirados ¡ya!, y dejar de causar pérdidas humanas y poner en riesgo a sus pasajeros.
Al azar, los funcionarios del “nuevo” Santiago podrían subirse en cualquiera de los micros que viajan a pueblos del interior y advertirán el injusto trato al que son sometidos nuestros campesinos trasladados en esta clase de vehículos; todos al margen de la ley.
Claro que hay varias líneas de una empresa que tiene los micros en peores situaciones pero que nadie ni les pide carnet de conductor porque los dueños son parientes o amigos de los más altos funcionarios del gobierno zamorista, y hasta hace pocos años los representaba legalmente el actual fiscal de Estado.
A “comprar” abogados
No hay que esperar nada de estos funcionarios. Van a hacer como siempre, o sea dejar pasar el tiempo. Que pase otro accidente para que nos olvidemos de la tragedia del departamento Pellegrini. En el ínterin van a salir a “comprar” a los abogados que tomen el caso para que no haya ningún funcionario (ni de Transporte ni del Ministerio de Obras Públicas ni el juez que dictó el amparo) imputado o encarcelado.
Así quedaron impunes los accidentes con muertos que protagonizaron dos parientes de altos funcionarios. O hicieron olvidar a la gente de los 39 presos de la Cárcel Pública de Varones que fueron fusilados por guardiacárceles que responden a un ministro, como es Ricardo Daives. Igualmente, siguen libres los médicos que negociaron con un laboratorio extranjero y experimentaron una vacuna con criaturas a las que les causaron la muerte. Ya nadie recuerda a Raúl Domínguez que por denunciar a los funcionarios corruptos que estafaron a la dirección de Rentas la policía lo torturó hasta matarlo porque no quiso cambiar la declaración. ¡La lista es extensa¡
Lo mismo va a ocurrir con esta tragedia del micro en el departamento Pellegrini, protagonizada por quienes desde su pobreza están obligados a viajar en micros fuera de la ley que circulan sólo y exclusivamente gracias a las “gestiones fuera de la ley” de funcionarios de este gobierno.
Pronto vamos a ver cómo se “compran” a los abogados que designen los familiares de las víctimas y todo va a seguir igual.
En horas se iniciará la operación olvido y ni los pasquines del jefe de Gabinete, Elías Suárez, van a recordar a los fallecidos en el ómnibus clandestino. Tampoco nadie va a levantar la palabra para que se haga justicia y paguen con la cárcel y su patrimonio estos funcionarios culpables de tan malo y hasta ilícito servicio de estos “medios de transporte”.
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