La “mala policía” de Neder y de Pato

Pato sigue con asignaturas pendientes como jefe de policía.

La idea del ministro de Gobierno, José Emilio Neder, de hacer que el jefe de policía, Marcelo Pato, aparezca abruptamente en la prensa, no tuvo el correlato esperado. Es que Pato enfrentó los micrófonos con total improvisación que lo llevó a incurrir en mentiras.
Los índices delictivos han disminuido”, indicó con total irresponsabilidad, frente a una sociedad que observa indefensa cómo a diario se producen asaltos y robos, sobre todo en hogares de Capital y La Banda.
Deberían juntos, Neder y Pato, ponerse a trabajar para devolverle el orden a una institución totalmente desorganizada que no recibe desde sus superiores ni buenos ejemplos ni instrucciones para luchar contra la delincuencia con una correcta planificación.
Al no contar con estrategias ni políticas, Pato tuvo que improvisar y mentir. Se creyó listo y quiso demostrar que cada asalto o robo tiene un sospechoso y que detrás de él andan sus policías.
Por ejemplo, dijo que “dos tucumanos” están siendo perseguidos por el robo perpetrado en la panadería Alvear, sin tener en cuenta que las empleadas del negocio concurrieron a Tribunales e identificaron que el detenido Darío Pogonza fue el autor del robo en el local ubicado al frente de la Casa de Gobierno y metros de la jefatura de policía.
Además de inventar aciertos policiales y de mentir que han descendido los delitos, Pato olvidó recordar que “su” policía no tiene (o no quiere) un solo dato sobre hechos graves ocurridos en Santiago: el asesinato de Jonatan Barrera, en Frías, el crimen de Raúl Domínguez, la desaparición de Juan Carlos Díaz (en Las Termas de Río Hondo), los robos a las sucursales de los bancos Nación y Crediocoop, el asalto al estudio jurídico del abogado Víctor Daniel Nazar, a “Pechito” López, a Cánepa, etc.