lunes, 25 de julio de 2011

Otra aplastante derrota de Cristina

Por Roberto Azaretto.
Santa Fe es la provincia del “Patriarca de la Federación”, don Estanislao López. Es, junto con Mendoza, una de las provincias con mayor calidad institucional. Son las dos únicas que no tienen reelección inmediata del gobernador.
También, coincide con Mendoza en la tradicional existencia de tres partidos políticos capaces de disputar el poder. No han tenido desde los viejos tiempos de las luchas civiles del siglo XIX caudillos feudales ni hombres providenciales. Sí, una dirigencia respetada.
Santa Fe es la mayor exportadora del país, y Rosario es el centro cultural más importante después de Buenos Aires. Su pueblo, después de bonaerenses y porteños, es el que más aporta al Tesoro Nacional y uno de las que menos recibe al igual que los cordobeses y mendocinos.
El campo, la agroindustria y la metalmecánica son la base de su crecimiento, y de los altos salarios que se pagan a buena parte de los trabajadores santafesinos y de los buenos ingresos de una potente clase media rural que vive en los pueblos del interior de la provincia.
Santa Fe implementó la boleta única, que impide el fraude y permite elegir al ciudadano distintas alternativas, evitando que el arrastre de un candidato beneficie a mediocres e impresentables.
En esta elección ha votado el 75 % de los ciudadanos. Se trata de una lección para nuestra provincia, donde más de la mitad del pueblo ha dejado de votar después del 27 de febrero del 2005.
A esa provincia la agravió Cristina Fernández en dos ocasiones recientes. Primero, en la fecha cara a todos los argentinos y, en particular, a los rosarinos como lo es el Día de la Bandera. Esa fecha de todos los que vivimos en este suelo, fue convertida en un acto faccioso donde se impidió hablar a los anfitriones, el intendente de la ciudad y el gobernador.
Esta utilización facciosa de las fechas patrias se repiten en cada 25 de Mayo y cada 9 de Julio desde hace varios años.
Hace cuatros días, en la inauguración de una fábrica privada, tuvo otro gesto de agravio cuando mintió, usando las cifras del Indec sobre el crecimiento santafesino como falseó en Santiago del Estero.
Este gobierno nacional no se limita al agravio a la dirigencia que defiende la autonomía de sus provincias sino que arremete contra los pueblos del interior con el despojo que significan las retenciones agrícolas.
Decía el intendente de Chabas, candidato a vicegobernador de la fórmula que encabeza Miguel del Sel, que su pueblo le da al gobierno nacional setenta millones de pesos al año pero su municipio solo recibe trescientos mil pesos al año. Es que el dinero se va en subsidiar la importación de energía, en los sobreprecios de las obras públicas, en las Ferraris y los yates de los que dirigen fundaciones que abandonaron su rol inicial a los ingresos suculentos de los mercenarios al servicio del agravio y la calumnia.
Santa Fe es una provincia que se da el lujo, como el campo argentino, de decir y expresarse con independencia. No necesita ser limosnero como ciertos políticos del atraso o los grupos económicos que viven de los negocios con el estado.
No todo está dicho con relación a octubre. Cristina no es invencible. Fue a Santa Fe y lo dejó a Rossi tercero. El 77 % de los santafesinos le dijo no a Cristina y a su corte de genuflexos.
Los encuestadores fallaron todos. El frente de Binner triunfo muy ajustadamente. Miguel del Sel le sacó 15 puntos a Rossi, que pagó con su derrota votar contra su pueblo en el famoso debate sobre la 125.

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