Gerardo Zamora puso el grito en el cielo cuando Emilio Rached se dio el lujo de que el vicepresidente de la Nación, el ingeniero Julio César Cleto Cobos, abriera la Exposición de Bandera, departamento Belgrano.
Fue la segunda vez que “El Turco” le mojó la oreja, después de la memorable sesión cuando el pinteño les hizo pito catalán a los kirchneristas y, justamente, junto a Cobos, definió a favor del campo y sepultó la irracional, inconstitucional y caprichosa resolución 125.
Los serviles (mal llamados “operadores”) entonces, se dedicaron a reunir presuntas “cosas oscuras” que sirvieran para desdibujar la creciente figura de Rached. Encontraron, a las apuradas, el caso de la relación entre las comunas Pinto (la santiagueña y la española). Intentaron, sin ton ni son, desempolvar, desde Santiago, una causa que se sustanció en España donde el ex intendente (alcalde) Antonio Fernández, terminó su mandato y se presentó a rendir cuentas “políticas” y judiciales. Incluso fue procesado por “malversación de fondos” y está por ser sometido a juicio oral.
Delinquió porque los fondos que los vecinos de Pinto español donaron para construir un barrio en el Pinto santiagueño los derivó a una fundación denominada Los Pinares. Sin embargo, nunca, ningún edil español denunciante ni fiscal ni juez mencionaron, sospecharon e inculparon a nadie más que al ex alcalde. Nada comprometió a nadie de Pinto santiagueño.
Pero los mal llamados “operadores” de Zamora le metieron para adelante porque creyeron que mencionando a Pinto santiagueño ya bastaba para manchar la reputación de Rached. Se volvieron a equivocar y, como todos los improvisados, siguen sin entender que no importa cómo empieza la “cosa política”, sino cómo termina.
Los “cerebros” que acompañan a Zamora se manejan con impunidad; eso es sabido. Pero esta vez se pasaron de la raya y cayeron en la bajeza de mencionar a una hija de Rached porque adquirió una de las casas del “barrio español”, pensando que iban a poner de rodillas al “Turco”.
(Imaginémonos si éstos políticos radicales que nos gobiernan entran en el juego indigno de mencionar o involucrar a mujeres y a hijos, se registraría una disputa de nunca acabar. Muchos funcionarios del zamorismo tendrán que salir a explicar qué premio ganaron o qué fortuna heredaron algunos de sus descendientes que figuran en los papeles como dueños de empresas, propietarios de casas de fin de semana, de departamentos, de hosterías, de fincas y de tantas cosas más).
Lo que hizo el ex alcalde de Pinto español es una cuestión que se ventiló y se resolvió allá en Europa. Aquí, si pensamos bien, la malversación de Antonio Fernández favoreció a un pueblo del interior. Fijémonos en estos datos: las viviendas del “barrio español” son de 80 metros cuadrados y costaron $111.000 cada una. Las que construyen Las Madres de Plaza de Mayo son de 40 metros cuadrados y valen $127.000, mientras las que levanta el IPVU tienen un precio de $180.000.
Otro error de los “operadores” del gobernador. ¿No leyeron los diarios del 4 de febrero de 2004 donde se cronicó y se publicaron fotografías sobre la bienvenida que le ofreció el entonces intendente de la Capital santiagueña, Gerardo Zamora, al entonces alcalde de Pinto español? ¿No se enteraron que lo declaró huésped de honor y le entregó una plaqueta?
¿Tampoco leyeron que cuando Zamora llegó a la Gobernación designó a Antonio Fernández, por decreto, y con rango de subsecretario, como Representante de la provincia de Santiago del Estero en España y en la Unión Europea? ¿No alcanzaron -quizás apurados por empañar la figura de Rached- a informarse que la gira que realizó el gobernador y empresarios santiagueños a España y a Portugal fue organizada por el mismísimo Antonio Fernández?
¿Nadie les acercó un archivo de fotos para tomar conocimiento que fueron Zamora y todo su gabinete -más los intendentes de la región- los que presidieron el acto donde el entonces alcalde de Pinto español inauguró el “barrio español” y la “casa de España”, en el Pinto santiagueño? (Ver notas gráficas).
¿No se anoticiaron del núcleo de la denuncia de los ediles españoles, cuando acusan a Fernández “porque fue a Santiago del Estero a hacer aportes a un partido político? ¿Cuál será?
Por ello, sobre todo por la torpeza de los “operadores” del gobernador, fue fácil para el santiagueño común advertir que se orquestó una burda maniobra tendiente a neutralizar a Rached que sigue primero en todas las encuestas provinciales como el político de mejor imagen.
Y como el santiagueño (políticamente hablando) no come vidrio, no dudó en expresarle su solidaridad y apoyo al “Turco” quien, como siempre, caminó por las calles y compartió tertulias en confiterías de la ciudad.
El lunes viajó a Buenos Aires y organiza su agenda para que la prensa nacional conozca lo que les pasa a los adversarios políticos de este sistema gobernante de Santiago del Estero.
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