martes, 7 de septiembre de 2010

Carta a los militantes y al pueblo en general

Queridas amigas y amigos:
El autor de la nota.
Debo agradecerles de todo corazón la fuerza y el coraje que han puesto en nuestra campaña para recuperar la intendencia de la ciudad Capital. No se ha logrado el objetivo, pero nadie puede quitarnos el orgullo de haber luchado por una causa noble y justa. Y de haberlo hecho con las manos limpias, sin ayudas foráneas de ningún tipo, contra un aparato inmenso que invirtió sumas millonarias no sólo en gigantescas publicidades, sino también en comprar voluntades, organizar cada detalle de la elección para que favoreciera a los peores, pero con plata.
Nos chicanearon judicialmente, nos impidieron derechos constitucionalmente consagrados, como la libertad de expresión y de prensa, hasta aplicaron violencia policial y parapolicial contra nosotros, deteniendo a militantes radicales por el sólo hecho de repartir el periódico  La Causa contra el Régimen".
Por si esto fuera poco, inventaron un partido político, entre gallos y medianoche, para quitarnos votos entre los indecisos de la Capital. Le dieron gran cantidad de dinero para que en las últimas semanas de su campaña saliera a quebrar las conciencias con su propuesta rupturista.
Párrafo aparte merece la prensa. Todos los candidatos tuvieron grandes espacios, hasta partidos históricamente insignificantes, que en los escrutinios finales no alcanzaron los trescientos votos. Pero José Zavalía fue un nombre prohibido, nuestro sector político no mereció siquiera un mínimo porcentaje del espacio publicitario electoral que le corresponde por ley. Y somos, a pesar del rencor y de la envidia de ellos, les guste o no, la segunda fuerza política de esta provincia.
Ya vendrán tiempos mejores. Pero no vendrán solos. Lo conseguiremos nosotros, a fuerza de voluntad, talento y lucha, porque se equivocan si creen que vamos a quebrarnos.
Ya sé que cuento con una pléyade maravillosa de amigas y amigos, con una fuerza política donde cada militante vale por diez. Lo han demostrado sobradamente en nuestras últimas campañas, en cada reunión, caminata por los barrios, actos, fiscalización de mesa, todo a pulmón, sin otra ideal que luchar por un presente y un futuro mejor, para nosotros y nuestros hijos, nuestros militantes han alcanzado altas cimas de compromiso y valor.
¿Que lograron ellos con su triunfo?, sentar una vez más, en el sillón de la Municipalidad, con la complicidad directa e indirecta, no sólo de los que lo votaron a su favor, sino lo peor que distintos sectores que dicen ser cultos y que gozan de una acomodada situación económica, y sin embargo, sabiendo del daño que le hacemos a la ciudad y en consecuencia a la provincia, prefirieron granjease con las mieles del poder, con una persona que todos sabemos que no reúne la más mínimas condiciones personales y política para ocupar ese cargo. Hablo de los que manejan el poder, que no vengan a decir, que no lo votaron, no sólo lo votaron, sino que le ayudaron, en todo sentido, que no miren para un costado, ya llegará la hora y todos esos sectores cómplices de este latrocinio que profirieron  este Domingo 5, tendrán a la corta o la larga que rendir cuentas, porque esta historia no puede quedar así, tiene que haber un nunca más, para todos los responsables de esta afrenta, por lo no se les  puede perdonar, con la siempre y remanida excusa, en la que se protegen, para proteger, valga la redundancia, sus oscuros y cuestionables intereses económicos, echándole la culpa al pueblo, de que fue la voluntad soberana la que decidió el resultado de esta elección. O que es un problema cultural, si fuera así, entonces que le podemos decir a nuestro jóvenes que estudia y se sacrifican, para que no gobiernen lo más ignorante y corruptos, este domingo, que se sepan a pisoteado con todas sus artimañas a toda una generación de jóvenes obreros y estudiante. En que valores pueden creer nuestros hijos y la juventud, que camina por las calles. Mienten a cara descubierta, son ellos, empresario de los medios, negándose a darnos publicidad, periodistas encubiertos, con el pretexto de que son empleados, que pasaría, pregunto, si mañana un médico, como para dar un ejemplo, le dijera a paciente moribundo que no lo puede atender, porque tiene el temor o el miedo de perder su trabajo, ante el mandamás de turno; como así, a los empresario, sindicalistas, y todos los demás sectores involucrados con este gobierno, por el sólo interés de hacer pingues ganancias, son ellos los principales responsable de esta felonía.
Por ello les pido, y no quiero que interpreten en este mensaje, odio alguno y mucho menos rencores, pero es preciso decir las cosas por su nombre; reciban por lo tanto mi más sincera felicitación, mi agradecimiento, y mi palabra de que los tengo presentes, a cada uno de ustedes, y a todos, constantemente, en lo más profundo de mi corazón. Nuestra conciencia esta tranquila, hemos cumplido con nuestro deber cívico, la de ellos?
¡Un gran abrazo para todos! ¡Y a seguir luchando y hasta vencer definitivamente!.
Un abrazo cariñosamente y hasta siempre.
6 de setiembre del 2010.

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