sábado, 25 de septiembre de 2010

Luis Alén Lascano se destacó también en los medios de comunicación

Roberto Vozza
Alén Lascano con el plantel de locutores de la desaparecida Radio del Norte en la década del 50. De izquierda a derecha: Eliseo Mamertino, Fernando “Pibe” Hernández, Alén Lascano, Luis Anglade, Mercedes Ibarra, Cristian Neirot, Luis T. Paz, Alberto Pérez y Rodolfo Scillia.
Cuando en 1965 nació la televisión santiagueña por iniciativa empresarial de los hermanos José F.L.y Antonio Castiglione, la conformación del grupo ejecutivo de conducción de Canal 7 contó con el valioso aporte de Luis Alen Lascano.
Las pautas periodísticas, el asesoramiento en la programación y las relaciones públicas le fueron confiadas por imperio de su vasta preparación cultural, su ingenio y la rapidez con que interpretó el mensaje intrínsico del medio.
Era la de entonces una televisión artesanal, sin mayores medios tecnológicos como los de hoy, cuando Luis sacó a relucir sus cualidades para convertirse en “ factotum” con su presencia y capacidad narrativa en la improvisación con significativa fluidez. Fue entonces el referente de los primeros programas periodísticos que se emitían en vivo, que él mismo producía y en los que se abordaba cualquier tema.
Su misión y gestión lo llevaron a ocupar un cargo gerencial virtual en la entonces Telesiete. Su opinión y asesoramiento a la par también gozaban de un amplio respeto, pero sin perder las cualidades humanas que le caracterizaron con su hombría de bien y caballerosidad gestadas desde la cuna.
Su cometido lo llevó incluso a incursionar con un rol preponderante en horas cruciales de la estabilidad empresarial de la estación televisiva, que a fines de la década del 70 operó un cambio de rumbo lo que a la sazón significó que su trascendente papel de los primeros tiempos se fuera desdibujado para decidir el retiro.
Pero ese no fue su único momento de vinculación con los medios de comunicación.
Ya en la década del 50 participó de programas en la desaparecida Radio del Norte, y después de la TV, su voz y opinión era escuchada en otras emisoras de FM locales.
En los medios gráficos, no solo que aportó sus conocimientos históricos sino que convocado a la hora de referirse a alguna personalidad del medio lo hacia con profundidad y sapiencia.
Son virtudes significativas para no solo el gran y reconocido historiador nacional que fue y dejó un camino abierto, sino cualidades periodísticas que también lo caracterizaron dignamente.

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