miércoles, 30 de noviembre de 2011

Zamora y el suegro: dos “tartufos”

Zamora dialoga con su suegro, en una reunión en la Casa de Gobierno.
Son cincuenta o cien los policías que se movilizan en automóviles, camionetas, motos y bicicletas, que van a “pura sirena” interrumpiendo el tránsito por las calles de la Capital cuando se produce el paso del “rey”, provocando un inusitado revuelo. Es Gerardo Zamora, que alguien parece haberle hecho creer (y se convenció) de que es el “Obama santiagueño” y por ello tiene que marchar por la ciudad con una aparatosidad desproporcionada.
Por supuesto, no escucha los insultos irreproducibles de remiseros y automovilistas que tienen que esperar diez o quince minutos hasta que pase la “fanfarria motorizada” del gobernador.
¡Un papelón!

El suegro

Otro proclive a los papelones es el suegro de Zamora, el famoso Oscar “El Negro” Ledesma Patiño, funcionario en el área de Chagas.
Acaba de anunciar a los cantores y músicos que no va a concurrir “nunca más” a la Casa del Folklorista a cenar y gustar su bebida predilecta.
Les ha informado que, “como suegro del gobernador no puedo estar tomando un ‘vinito’ delante de la chusma y de los negros”.
Como de “’agrandao’ y ‘pillao’” lo definieron los miembros de la comisión directiva de la Casa del Folklorista, agregando que “vamos a seguir privilegiando a la gente de siempre, le guste o no, venga o no, ‘El Negro’ Ledesma Patiño”.
A la sazón, otro “papelonero”.

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