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miércoles, 15 de septiembre de 2010

Nuevo libro de Ariel Álvarez Valdés

La editorial San Pablo, de Buenos Aires, acaba de publicar un nuevo libro del biblista santiagueño Ariel Álvarez Valdés. Se trata de Enigmas de la Biblia, volumen 12.
En esta colección, el autor va exponiendo de manera divulgativa los aportes de los estudios bíblicos modernos.
Precisamente, uno de los grandes logros de las ciencias bíblicas es haber descubierto lo que se llama "la intención del autor", es decir, cuáles fueron las razones que lo llevaron a escribir esos temas, y qué mensaje pretendía transmitir. De esta manera, se han podido superar muchas conclusiones erróneas que antes se sacaban de la Biblia.
Portada del libro
de Alvarez Valdés.
En los distintos números de esta colección, hoy traducida a 6 idiomas, Álvarez Valdés procura acercar a los lectores de manera simple, sencilla y amena, los nuevos estudios bíblicos, como ayuda para la interpretación del texto sagrado.
Este libro es el número 28 de Ariel Álvarez Valdés.
Los temas tocados en esta oportunidad son:
1) ¿Quién fue el único profeta que hizo arrepentir a Dios?
2) ¿Hubo en Israel un profeta mudo?
3) ¿Cuál es el manuscrito más misterioso del Mar Muerto?
4) ¿Cuáles fueron las revueltas políticas que conoció Jesús?
5) ¿Por qué Juan Bautista predicaba en el desierto?
6) ¿Cuál fue el primer sermón que pronunció Jesús?
7) ¿Por qué Jesús maldijo una higuera?
8) ¿Cuál era el final primitivo del evangelio de Marcos?
9) ¿Cuál fue el primer viaje misionero de san Pablo?
10) ¿Quién escribió el evangelio de Mateo?

viernes, 27 de agosto de 2010

La “Fundación Diálogo” debutó con un acto extraordinario

Ariel Álvarez Valdés.
En el paraninfo “Fray Francisco de Victoria” de la Universidad Nacional de Santiago del Estero se llevó cabo el panel organizado por la Fundación Diálogo, cuyo presidente es el teólogo y biblista Ariel Álvarez Valdes, sobre "El origen del universo según la ciencia y la Biblia". Las instalaciones se vieron desbordadas por más de 400 personas, en un público interesado por el tema y por el nivel de los expositores.
El mismo estuvo a cargo de los doctores Julio Navarro, astrónomo, profesor titular e investigador de la Universidad de Victoria (British Columbia), Canadá, y Ariel Álvarez Valdés, biblista, docente de la Universidad Nacional de Santiago del Estero y presidente de la "Fundación Diálogo”.
Los panelistas tuvieron una exposición de treinta minutos de duración cada uno, en los que alternativamente expusieron el tema tanto desde su visión científica como de la fe, demostrando que no existe oposición ni contradicción entre lo que la ciencia moderna enseña sobre el universo y lo que expone la Biblia, de acuerdo como la interpretan los biblistas en las últimas décadas.
Al finalizar las exposiciones, los panelistas respondieron con solvencia los interrogantes que los presentes les plantearon indistintamente, mostrando el interés que esta temática suscitó. La numerosa concurrencia aplaudió cálidamente a ambos especialistas, que demostraron amplio dominio del tema, así como la necesidad de mantener encendido permanentemente el diálogo entre estas dos disciplinas de conocimiento.
Concluido el panel, el ingeniero Néstor Ledesma, presidente de la Academia de Ciencias y Artes de Santiago del Estero, entregó al doctor Julio Navarro el diploma que lo acredita como académico correspondiente de la Academia, distinción reservada para los santiagueños cuya trayectoria científica prestigia el nombre de la provincia fuera de sus límites.
El brillante acto concluyó con un cerrado y prolongado aplauso y con muestras de agradecimiento y afecto hacia ambos disertantes, lo que constituyó un palpable apoyo a la Fundación por su labor para lograr el esclarecimiento de los numerosos problemas que se plantean los fieles en su preocupación por alcanzar una fe más madura.
A pesar de la escasa difusión que recibió de los medios de comunicación local, el público santiagueño apoyó una vez más la actividad cultural organizada por la “Fundación Diálogo”, que proyecta continuar con este tipo de conferencias, a las que serán invitadas prestigiosos profesores de universidades no sólo de la Argentina, sino también europeas, que ya han comprometido su asistencia a nuestra provincia.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Ariel Álvarez Valdés sigue dando conferencias

Ariel Álvarez Valdés.
A pesar de estar silenciado en su propia provincia de Santiago del Estero por el obispo dicesano, monseñor Francisco Polti, miembro del Opus Dei, el teólogo y biblista Ariel Álvarez Valdes sigue recorriendo el país y dictando conferencias y cursos bíblicos.
Esta vez fue el turno de la vecina ciudad de Córdoba, donde los días 11, 12 y 13 de agosto, dictó un curso bíblico. El mismo tuvo lugar en la parroquia Nuestra Señora del Valle, más conocida como La Cripta, situada sobre la calle Pedro S. Laplace 5786, del barrio Villa Belgrano.
El tema del curso fue “Jesús en el Evangelio de Juan, su misión y su proyecto”.
Un numeroso público se dio cita en los salones de la parroquia para participar de las conferencias, de dos horas de duración cada día.
El primer día, el tema desarrollado fue “El extraño origen del cuarto Evangelio”. En el segundo se expuso: “El autor del Evangelio, su comunidad y su estilo literario”. Y en la última jornada se habló sobre “La imagen de Jesús en el Cuarto Evangelio”.
Éste es el sexto año que el biblista santiagueño concurre a la parroquia de la Cripta para dar cursos bíblicos, donde es seguido con mucha atención por los asistentes y los fieles en general, que participan con numerosas preguntas e inquietudes a lo largo de las exposiciones. 
El doctor Álvarez Valdés tiene la prohibición de hablar en los ámbitos católicos de la diócesis de Santiago del Estero (parroquias, colegios y Universidad Católica) por el obispo diocesano, monseñor Polti, debido a que se negó a escribir un documento afirmando la existencia histórica de Adán y Eva, como fue de público conocimiento.

viernes, 23 de julio de 2010

Nueva Fundación para Santiago del Estero

Ariel Álvarez Valdés.
Acaba de crearse una nueva Fundación en el ámbito de nuestra provincia. Se trata de la Fundación para el Diálogo entre la Ciencia y la Fe, que ya cuenta con personería jurídica propia.
Tiene como fin suscitar y promover el diálogo entre las diversas formas de conocimiento humano, y la fe cristiana. Según explicó su presidente Ariel Álvarez Valdés: “Uno de los desafíos más grandes de la cultura moderna es la integración entre las ciencias humanas por un lado, y la fe bíblica por otro”. “Es que mucha gente – continuó - se admira por los maravillosos avances que están teniendo algunas ciencias, y ven que se trata de aportes buenos, positivos para el hombre moderno; pero por otra parte también se pregunta cómo es posible combinar esos nuevos conocimiento con su fe cristiana. Por eso, para fomentar la formación de una fe madura con los aportes de las ciencias modernas, es que creamos esta institución”.
Además de su presidente, un grupo de laicos se encuentra abocado a acompañar este proyecto de la nueva Fundación. “Ahora uno de los primeros pasos que daremos será el de crear un Instituto Bíblico en la provincia, que tenga bajo su responsabilidad la promoción de los nuevos estudios de Sagradas Escrituras, tal como lo enseña hoy la Iglesia Católica, para impulsar la formación, el encuentro, el estudio, la reflexión y la investigación de la Palabra de Dios, y que esté orientado a los catequistas, agentes de evangelización, misioneros, delegados de pastoral y cualquier persona que desee profundizar y conocer mejor la Biblia, interactuando permanentemente  con los distintos niveles  educativos de la provincia y del país”, añadió.
“Con estas actividades, esperamos acercar más gente a la Iglesia Católica, y lograr la formación de personas que, desde una visión interdisciplinaria y abierta, puedan contribuir a la creación de una comunidad más consciente de su compromiso social”, concluyó Álvarez Valdés.
Quienes deseen conocer más de la Fundación, o colaborar con ella, pueden entrar en su página web: www.fundaciondialogo.org.ar.

miércoles, 12 de mayo de 2010

El teólogo Ariel Álvarez Valdés presentó su nuevo libro



Ariel Álvarez Valdés, presentando su nuevo libro y el público que colmó el salón de Ciencias Económicas.

Con la asistencia de numeroso público, el jueves pasado se presentó el nuevo libro del teólogo y biblista Ariel Álvarez Valdés, titulado Los enigmas de la Pasión de Jesús, que acaba de publicar la Editorial Edhasa, de Buenos Aires.
Ésta es la primera vez que el autor santiagueño es invitado a publicar una obra en una editorial laica, puesto que sus libros anteriores siempre aparecieron en editoriales religiosas.
“Se trata de un gran logro para este tipo de libros”, dijo durante la presentación, “ya que esto me permitirá llegar a otra clase de público, más amplio y variado del que estoy habituado a escribir”.
El presente libro es el número 27 de Álvarez Valdés, y consta de 15 temas que giran en torno a la pasión y muerte del profeta de Nazaret. En él plantea temas tales como por qué mataron a Jesús, cuándo celebró la última cena, quién fue el discípulo amado, por qué Judas lo traicionó, quién era el joven que lo seguía desnudo durante el arresto, y por qué Jesús no quiso tomar vino cuando estaba en la cruz.
La presentación tuvo lugar en el salón del Consejo Profesional de Ciencias Económicas.
Luego, Ariel Álvarez Valdés pronunció la conferencia titulada “¿Cómo fue el entierro de Jesús?”, en la que expuso cuál es la idea general que tradicionalmente se tiene de las últimas horas de vida de Jesús, y cómo fueron realmente aquellos acontecimientos que terminaron con la muerte del Señor.
A pesar de que el nuevo libro salió al público hace apenas dos semanas, en Buenos Aires ya se encuentra en el 5º lugar de los más vendidos en el rubro religioso, según informaron las librerías de la capital.
También durante el acto fue presentada en sociedad la nueva “Fundación para el Diálogo entre la Ciencia la Fe”, recientemente creada y de la cual Álvarez Valdés es presidente, que tiene como finalidad crear un Instituto Bíblico en la provincia para formar y capacitar a la gente en el ámbito de la Biblia, tal como lo adelantara Arena Política, en forma exclusiva.

viernes, 9 de abril de 2010

Señor cura: no "asuste" a los fieles

Germán Díaz*  
 Padre Ariel Álvarez Valdés.
Entra el docente-catequista en el salón de clases de una escuela católica de renombre. Saluda, borra el pizarrón y escribe con letra grande: Tema: Adán y Eva expulsados del paraíso terrenal. Un alumno, de peinado batido y con ojos pícaros, asalta con voz potente en el aula y dice: “Adán y Eva no existen, profe, deje de escribir gansadas”. El docente-catequista se da media vuelta y señala al alumno abanderado con el dedo, mientras le ordena con voz potente: Andá a buscar el libro de disciplina. El del “peinado batido” se sienta y en voz baja balbucea: “Que viejo de m...”.
Ya no vivimos en los tiempos ni de la represión, ni del oscurantismo. Estamos en los tiempos de las respuestas claras. Ya no se puede evangelizar o catequizar con cuentitos o historietas. Hoy valen el testimonio y la verdad racional. Algunos católicos últimamente se han refugiado en el sentimentalismo o en las devociones de moda. A pesar de los más de 2000 años de Iglesia, con una construcción filosófica y teológica, algunos sacerdotes han renunciado a ser ministros de la Iglesia de Cristo para mimetizarse con las predicaciones estridentes y milagreras, o laicos que depositan toda su energía religiosa en seudo mensajes de la Virgen y de Dios Padre.
Ariel Álvarez Valdés, el sacerdote que recientemente abandonó “los hábitos” −según versiones periodísticas− luego de que las autoridades eclesiásticas le pidieran retractarse de su teoría negadora de la existencia histórica de Adán y Eva, comentó que, en realidad, lo que le pidieron es que no "asuste" a los fieles.
La verdad es que la Biblia no tiene la misión de explicarnos cómo apareció el hombre sobre la Tierra. Sabe de dónde proviene el hombre, de las manos de Dios, pero cómo apareció es una respuesta que debe dar la ciencia. La Biblia no es una enciclopedia científica.
Muchos católicos y eclesiásticos no pueden distinguir ciencia de religión, o siguen creyendo que se contraponen una a otra. De este modo trataba de esclarecer el P. Valdés una verdad tan cierta como claramente entendible.
Por otra parte, remarcó el padre, que él había comunicado, a las autoridades eclesiásticas de Santiago del Estero -diócesis a la que pertenece-, que su teoría que niega la existencia histórica de Adán y Eva no contradice la idea del pecado original. Son dos verdades distintas o, mejor dicho, la primera es una “verdad” pedagógica, y la segunda, una verdad teológica.
La ciencia y todo hombre con sentido común pueden aceptar que hubo un primer hombre y una primera mujer, sin embargo, no se puede afirmar que hayan sido llamados por un nombre propio, ya que el habla y las palabras no son prehistóricas. Tampoco se puede seguir sosteniendo que los supuestos “Adán y Eva” exhibieran el cuerpo estilizado de las ilustraciones de las biblias para niños. Más bien, deberían ser más semejantes a los “cavernícolas” que generalmente vemos en los documentales.
La verdad teológica es que, sin lugar a dudas, el hombre desobedeció a Dios desde los primeros tiempos o, más precisamente, “quebró su amistad, quebró el orden establecido. Si el primer hombre fue verdaderamente hombre: usando o abusando de su libertad, quebró el equilibrio... de allí, toda la explicación pedagógica del “Génesis”.
Para el P. Valdés, "El pecado original es una creencia que la Iglesia tiene, pero que no se relaciona, en primera instancia, con Adán y Eva. Es una reflexión posterior que ha hecho san Pablo y que está basada en la Carta a los Romanos, y no en los relatos de Adán y Eva. No mucha gente de Iglesia conoce esto y cree que, con negar la historicidad de Adán y Eva, uno va a negar esta doctrina del pecado original", declaró Álvarez Valdés en algunos medios de comunicación.
Es una verdadera pena que, para algunas personas, el P. Ariel Álvarez Valdés sea un mentiroso o engañador. Yo creo que encarna una luz de inteligencia dentro de la Iglesia argentina. La existencia de este sacerdote ayudaría a mejorar la catequesis para los adultos y, por ende, a madurar una fe que, a veces, queda anclada en la primera comunión o en la confirmación. Probablemente, el único error del padre resida en su exuberante claridad mental e inteligencia, que lo torna un poco “irreprimido” a la hora de enseñar. ¡Lástima que no lo entiendan!
Hay escándalos que sí deberían preocuparnos como Iglesia. O como cuestionó el mismo P. Valdés en una entrevista: “Dicen que mis enseñanzas causan perplejidad. Pero acaso: ¿la perplejidad es buena o mala?”. Muchas de las acciones que realizan los sacerdotes o los laicos causan perplejidad. Algunos, por lo que hacen, y otros, por lo que no hacen. Algunos, por su fascinación ideológica, otros, por su conveniente simpatía con las autoridades políticas. A menudo, nos dejan perplejos la falta de racionalidad para tratar temas difíciles de hoy, como la homosexualidad, el divorcio, los derechos humanos...
En definitiva: ¿cuál es el problema, la divulgación de la verdad o la catequesis estacionada y paralizada solamente en los niños? ¿No será que la creciente masa de cristianos enloquecidos por las devociones de moda paraliza, de alguna manera, una catequesis más racional y coherente con el mundo en que vivimos? Es claro que las devociones estacionales alimentan bastante el orgullo clerical y sacramentalista de “llenar los templos”. Pero, la verdad, la divulgación seria de la fe, el estudio de la Biblia y la profundización de la tarea del laicado en la Iglesia están estancados aún por el aparente miedo a la perplejidad de la gente sencilla.
Antes que nada, yo me pregunto: ¿Qué clase de fiel es aquél que siente que su fe tambalea porque Adán y Eva no existieron? Más que preocuparme por la existencia de Adán y Eva, me interesa saber: ¿Existe un católico así? ¿En qué parte del Credo católico estamos obligados a creer en Adán y Eva? ¿Será cierto que algún miembro de la jerarquía teme que se digan verdades a la “gente sencilla”? ¿Qué entendemos por “gente sencilla”? ¿Los misterios de la fe no son atribuidos por Jesús al entendimiento de la gente humilde y sencilla? Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios y prudentes, y se las has revelado a los pequeños (Mt 11, 25).
*Religioso salesiano, licenciado en Comunicación Social.

miércoles, 24 de marzo de 2010

El horrible delito de la divulgación

Alejandro Dausá* 
 Ariel Álvarez Valdés.
El presbítero Ariel Álvarez Valdés volvió a ocupar titulares en algunos medios de prensa. Todo indica que se cierra un capítulo más en su vida. Lo conocí personalmente hace casi treinta años, cuando era ordenado diácono en Santiago del Estero.
Recuerdo que fue destinado a una parroquia de la ciudad de La Banda, y también recuerdo la admiración del párroco, que nos relataba con asombro cómo el joven diácono se había tenido que instalar en una especie de incómodo pasillo, donde había ubicado su cama y algunos pocos libros en una casa parroquial antigua y nada confortable.
La admiración del cura por la modestia de Ariel era comprensible; se trataba del heredero de una familia santiagueña poderosa, dueña del periódico El Liberal y otras empresas.
Pasó el tiempo y supe que se había especializado como biblista. Leí algunos de sus artículos, que por lo general abordan cuestiones clásicas desde ángulos sorprendentes, con una llaneza y precisión notables. Infrecuente mezcla de erudición y voluntad de poner al alcance del público ciertos temas sobre los que se han construido a lo largo de los siglos no pocas teorías y costumbres estrafalarias en la Iglesia Católica.
Se puede afirmar que hizo de la divulgación bíblica popular su especialidad, y eso lo perdió. Es interesante constatar que por lo general el Vaticano no persigue biblistas, porque supone que las investigaciones que realizan quedan en ámbitos intrincados, inalcanzables para la mayoría de los fieles.
A pesar de reiteradas pesquisas, a Ariel no se le ha probado ninguna contradicción con los dogmas vigentes. Su “delito”, en cambio, fue uno de los más temidos; consistió en divulgar ciertos puntos de vista que se tornan inquietantes para el orden establecido, sus certezas impuestas y su obsesión por el ejercicio del tutelaje sobre fieles a los que desprecian como una caterva irremediablemente incapaz.
Transgredió uno de los grandes pilares del proceso católico restauracionista en marcha hace ya décadas: aquel que exige sumisión y anulación del pensamiento propio, y ensalza a la vez la repetición mecánica como paradigma pedagógico.

Basta detenerse unos minutos para analizar la programación y el discurso de canales de televisión como EWTN, que viene a ser la reiteración infinita, en colores y animada por diversos personajes del catecismo de Astete y Ripalda.
Basta examinar el alud de documentos y pronunciamientos oficiales católicos, expertos en responder con minuciosidad preguntas que casi nadie en nuestras sociedades formula.+ (PE)
*Desde Bolivia.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Arielito, ¡acordáte de Ives Congar!

Domingo Schiavoni
Ariel Álvarez Valdés. 
En medio de tu desconsuelo, de tu dolor y de tu humanísima bronca, no te olvides de quienes te precedieron en la proscripción de los arbitrarios y patronales "doctores" del Vaticano y de sus lacayos vernáculos como los del Opus Dei, que dicen que dialogan con vos pero en verdad te quieren sacar del medio. Sé prudente como la paloma y perspepicaz como la serpiente, como nos enseñó el Señor. No te dejes dominar por la desazón. La hora de la verdad siempre llega.
 ¿Te acordás del padre Congar? Nacido en Sedán el 13 de abril de 1904, fue discípulo del filósofo del personalismo y del humanismo cristiano de Jacques Maritain. Entró en la Orden Dominicana en 1925. En la Segunda Guerra Mundial fue hecho prisionero durante cinco años en un campo de concentración nazi. Sus ideas contrarias al nacionalsocialismo le hicieron acreedor de una especial dureza de trato.Profesor en Le Saulchoir, su libro "Verdadera y falsa reforma en la Iglesia" fue objeto de duras censuras. Su apoyo a los curas obreros y su solidaridad con la causa de la justicia social no hizo más que complicar su situación. Durante 10 años fue, como vos, apartado de la enseñanza, sancionado, marginado de toda actividad pública y tuvo que exiliarse a Jerusalén, donde vos estudiaste.
 Fue un pionero del ecumenismo, sobre todo con su obra "Cristianos desunidos". Sorpresivamente, Juan XXIII (Juan el bueno) le reconoció su talento y su versación y le encomendó trabajar en los documentos mas importantes del Concilio Vaticano II, junto a otros teólogos en aquel momento considerados avanzados como Joseph Ratzinger (ese que ahora actúa como patrón de estancia) o Henri de Lübac, el exégeta de Teilhard que también fue liberado de las pesadas cadenas que en algún momento le impuso la misma cofradía de los que ahora se creen únicos dueños y herederos de la Revelación y la Tradición. Congar fundó la colección "Unam sanctam", ¿te acordás?
 Víctima de una enfermedad neuronal, acabó sus días impedido físicamente, pero intelectualmente activo. Como compensación a la incomprensión y a los años de sufrida obediencia y silenciamento y como reconocimiento a su profundidad teológica Juan Pablo II lo elevó al cardenalato en 1994.
Él pensaba muy parecido a vos. Enfatizaba que la Iglesia era santa, no en sí misma. Su santidad no es una cualidad propia de cada uno de sus miembros, sino que deriva de ser, en medio del pecado, ámbito de la presencia de Dios que se acerca a la miseria humana presente en la comunidad eclesial. En la Iglesia se participa de la vida divina de modo gratuíto (eso es, pues, la gracia) y no por mérito por parte de la jerarquía o de los fieles que gozan de ella.
En lo que atañe a la catolicidad, que no al vaticanismo ni al eurocentrismo, ésta ha de consistir en la capacidad de la Iglesia de asimilar y desarrollar los valores auténticamente humanos y la diversidad cultural de la humanidad. Don Ives siempre buscó hacer hincapié en el papel de los laicos, porque éstos -decía- "tienen una vocación de compromiso con las causas justas de la humanidad. La salvación cristiana asume y engloba la liberación social, política, económica, cultural y personal, dándole profundidad y plenitud en la trascendencia.
El compromiso se hace desde la vivencia de la fe que conduce a un imperativo nítidamente cristiano orientador y radical, pero esta orientación permite que las opciones del creyente sean opinables y falibles y, por lo tanto, ha de respetarse el pluralismo". A Congar le preocupaba el papel de la jerarquía en la Iglesia y jamás, como vos, escatimó críticas sinceras. Los obispos, para él, están encorvados absolutamente en la pasividad y el servilismo a Roma. Por eso defendía, junto con vos, un concepto profundo y radical de obediencia que nada tiene que ver con el simplismo insincero autoridad-súbdito. Nunca te olvides de él, Arielito. Ya está con el Padre, y desde allí te mira y le duele tu dolor. ¡Nunca lo olvides!

martes, 16 de marzo de 2010

"Tú eres sacerdote para siempre”


Domingo Schiavoni
 Ariel Álvarez Valdés.
Casi hacia mediados del siglo pasado, el diario Crónica de Buenos Aires -el que se editaba en papel, el tradicional, no el actual, el que se edita en versión digital- destacó en su página de policiales un hecho del que aún guardo memoria. Un ómnibus urbano de pasajeros atropelló en una esquina muy  peligrosa a un motociclista que se cruzó en forma muy audaz queriendo ganarle en el cruce al colectivo.
El pobre conductor del hemiciclo quedó tirado sobre el pavimento con heridas gravísimas, que a los pocos minutos determinaron su muerte. La gente del servicio de transporte miró azorada el hecho y quedó inmovilizada de espanto. Todos los pasajeros menos dos. Una monja, que viajaba con sus hábitos y un señor de modesto traje de mezclilla, que se bajaron presurosos. El segundo, ante la mirada extraña y atónita del resto del pasaje, se arrodilló junto al herido y comenzó a rezar y a bendecirlo, leyendo un pequeño librito que llevaba en el interior de su saco. En seguida la religiosa lo acompañó, no sin antes preguntarle mirándolo a los ojos: “¿Tu es sacerdos?”(¿tú eres sacerdote?). El hombre le respondió con voz baja: “In aeternum” (para siempre).
Obviamente, aunque reducido al estado laical, nunca olvidó la condición que le había conferido el sacramento del Orden Sagrado, que al igual que el Bautismo, nunca expira y le estaba administrando al motociclista la Extremaunción.
Ariel Álvarez Valdés lo sabe porque esas palabras que mencionó un obispo al consagrarlo sacerdote han quedado grabadas para siempre en su alma. Sabe que, a través de ese transitorio prelado, el Señor de la Historia le encomendó la misión real, sacerdotal y profética, aunque hoy, escarnecido en forma atroz por la jerarquía y humillado casi hasta la indignidad por los que se consideran dueños de la fe cristiana, haya debido adoptar esta tan dolorosa decisión que pone en duelo a la iglesia de Santiago del Estero. No a la jerarquía sino al pueblo de Dios peregrino en la tierra. A esa iglesia de las catacumbas, como dice el fray Antonio Puigjané, que no es la iglesia de las catedrales ni de los oropeles del poder, sino la que cumplió el verdadero mandato de Jesucristo: amarse los unos a los otros como Él nos amó y darlo todo a los prójimos más necesitados.
Por alumbrar conciencias, por enseñar a pensar, por demostrar que la Verdad no está en fábulas ni en versiones que se escribieron lejos de todo criterio racional o científico, por decir que la Biblia es la palabra de Dios pero no todo que cuenta es cierto, porque los hombres que la escribieron no eran necesariamente dioses, por afirmar que lo único cierto y verdadero es nuestro kerygma, le pasó lo mismo que a Galileo, que a otros como él, como los teólogos Jean Danielou, Karl Rahner, Martín Honecker,  Edward Schillebeeckx, Teilhard de Chardin y a Henry De Lübac, y nuestros queridos Juan José Tamayo y John Sobrino, entre tantos otros.
Mientras el Vaticano y sus autoritarios dicasterios sigan considerando que católico significa romano y eurocéntrico y no necesariamente universal, mientras no se respete a las iglesias particulares, mientras se siga condenando a la Teología de la Liberación, mientras se desprecie a la religiosidad popular, las herejías no estarán en los heroicos curas que hablan con la sinceridad y la simpleza de Jesús sino en sus propios y pomposos despachos y en sus vanidosas canonjías.
Por eso Ariel, sacerdote ya o no, seguirá siendo siempre para todos los santiagueños el bienamado Padre Ariel Álvarez Valdés. Y lo será para siempre, pese a la dispensa canónica. Lo será “in aeternum”.

sábado, 13 de marzo de 2010

Enseñará la Biblia sin la atadura de la Iglesia

Ayer finalmente se confirmó la primicia de Arena Política, el sacerdote Ariel Álvarez Valdés colgó los hábitos y como está impedido de hablar, escribir, publicar, enseñar o dar cursos, abrirá un instituto para enseñar la Biblia.
Si bien en diciembre de 1995 había publicado un artículo de divulgación bíblica en el que afirmaba, entre otras cuestiones que “no es posible la posesión diabólica, en el sentido de que un ser personal se introduzca dentro de otra persona, lo posea y lo obligue a tender hacia el mal en contra de su voluntad”, luego se retractó, dejando en claro que “me someto, como siempre procuré hacerlo, a todo lo que la Santa Madre Iglesia cree y enseña, y que deseo permanecer siempre unido a ella”.
En esa ocasión también se retractó de afirmaciones como “los casos de posesión diabólica siempre son enfermedades a las que la ciencia de aquel tiempo no encontraba respuesta natural”, entre otros.
En agosto del 2008 se le levantó la licencia “para participar en la organización y uso de medios de comunicación social, incluyendo internet, ya sea a través de escritos, grabaciones, filmaciones y cualquier otro tipo de soporte” a la vez que se lo exhortó a revisar su actitud ”en espíritu de humildad, obediencia y comunión, para el bien de toda la Iglesia, y de un mayor y fructuoso servicio ministerial”.
Mientras el sacerdote reconocía lo fundado de las reacciones provocadas por sus escritos y el Obispado informaba que “ha manifestado reiteradamente estar dispuesto a hacer las rectificaciones pertinentes en sus nuevas publicaciones”.
Luego vino el artículo sobre la historia de Adán y Eva, de quienes Álvarez Valdés dice que no existieron realmente, aunque luego aceptó que estaba dispuesto a hacer públicas las retractaciones correspondientes a las cuestiones teológicas que, en sus intervenciones, presentan ambigüedades o errores, sin embargo hizo notar esas  retractaciones serían publicadas a condición de incluir una mención expresa a que se efectúan por pedido explícito de la autoridad eclesiástica lo que el obispo, Francisco Polti, no aceptó.
La tensión siguió escalando hasta que en julio del 2009, Álvarez Valdés presentó su renuncia al sacerdocio al tiempo que seguía dialogando con el Obispado para llegar a un acuerdo.
Ahora, ya sin las “presiones” de la Iglesia Católica, se dedicará a enseñar la Biblia libremente, tal como lo podría hacer un profesor laico de teología, entregando a sus alumnos su propia interpretación de las Sagradas Escrituras.

lunes, 8 de febrero de 2010

Ariel Álvarez Valdés abrirá un instituto para enseñar la Biblia

El sacerdote Ariel Álvarez Valdés estaría a punto de abrir un instituto de enseñanza de la Biblia en la provincia, luego de que el obispo de Santiago, Francisco Polti Santillán, le retirara las licencias para enseñar teología, publicar sus notas y artículos y usar los medios de comunicación social.
El último comunicado oficial, dado a conocer por el obispado local, aclaró que el presbítero Álvarez Valdés no ha sido afectado por “condena” alguna y que en ejercicio de la responsabilidad propia de su oficio, fue el Obispo diocesano de Santiago del Estero y superior eclesiástico inmediato del mencionado sacerdote quien el 4 de agosto del 2008 emitió un decreto, según el cual a partir del día siguiente, Álvarez Valdés carecía de licencias para hacer nuevas publicaciones o disponer la reedición de publicaciones anteriores, también le vedaron la misión canónica para la enseñanza de disciplinas teológicas en cualquier nivel de docencia, incluyendo cursos cortos, conferencias y toda otra actividad análoga y de licencias para participar en la organización y uso de medios de comunicación social, incluyendo internet, ya sea a través de escritos, grabaciones, filmaciones y cualquier otro tipo de soporte.
Por otra parte, Polti lo exohrtó a revisar su actitud “en espíritu de humildad, obediencia y comunión, para el bien de toda la Iglesia, y de un mayor y fructuoso servicio ministerial”.
En los considerandos del decreto del obispo, se recuerda que Álvarez Valdés había manifestado su disposición de hacer públicas las retractaciones correspondientes a las cuestiones teológicas que, en sus intervenciones, presentan ambigüedades o errores, sin embargo, el sacerdote hizo que esas retractaciones “serían publicadas a condición de incluir una mención expresa a que se efectúan por pedido explícito de la autoridad eclesiástica”, lo que no aceptó Polti, ya que “de ser incluida en el texto dicha cláusula limitaría severamente la consistencia y la autenticidad de las retractaciones”
Como se sabe, en el 2001 la Congregación para la Doctrina de la Fe, que presidía el cardenal Joseph Ratzinger, difundió la retractación de Álvarez Valdez, quien había publicado un artículo de divulgación bíblica en el que afirmaba que “no es posible seguir creyendo en la existencia de los demonios”.
“Por medio de la presente -decía la última parte de la retractación- quiero retractarme de estas afirmaciones, y reconocer que eran erróneas y contrarias a las enseñanzas de la Iglesia Católica, a la que amo y deseo servir fielmente desde mi ministerio. Asimismo quiero dejar en claro que me someto a todo lo que la Santa Madre Iglesia cree y enseña y que deseo permanecer siempre unido a ella”.
El sacerdote, que está terminando un curso en la universidad de la Salamanca, regresará a Santiago en pocos días a seguir enseñando lo que sabe en un instituto privado, ya que -dijo- no está dispuesto a retractarse acerca de su afirmación de que Adán y Eva no fueron dos personas reales, por lo menos no en los términos de Francisco Polti.