lunes, 26 de octubre de 2009

Turk patea el tablero en el “caso Alegre”


La historia oficial del “caso Alegre” comienza a desmoronarse. Al fin apareció un abogado y dos representantes (propietarios de la firma que explotaba la línea El Chumillero), que se animaron a denunciar a los verdaderos cómplices de las tropelías del ex intendente Julio Alegre.

Es el caso del doctor César Turk, quien oficia de defensor de Antonio Ramón Iñiguez y Alberto Albornoz, los que se presentaron ante la Justicia del Crimen y formularon la denuncia correspondiente, sin prestarse a los dictados del poder político de Santiago del Estero de “hundir a Alegre y salvarse”.

Turk redactó el escrito con total veracidad a los dichos formulados por los afectados, quienes contaron con lujo de detalles fecha y lugar en el que fueron intimidados y extorsionados a ceder parte de sus ganancias a la banda del ex jefe comunal. “Hubo una mano ejecutora y fue la escribana María Cecilia Vittar”, reiteraron en el escrito, en el que además revelaron el contenido de todas y cada una de las reuniones a las que fueron citados al estudio de la citada profesional.

“Nunca actuó como una profesional independiente sino, exactamente, como integrante del elenco de funcionarios y amigos de Alegre que nos obligaron a firmar las cesiones con amenazas de que íbamos a quedar en la calle, ‘escrachados’ por la prensa y hasta perseguidos junto a nuestros familiares”, denunciaron.

Mencionan a varios de los que actualmente están entre las rejas junto al ex intendente, pero pusieron énfasis de que “la mano ejecutora fue la escribana Vittar” y se mostraron sorprendidos porque todavía no esté presa la persona que llevaba a cabo los operativos extorsivos.

Con esta denuncia patrocinada por Turk, la Justicia del Crimen no tiene escapatoria. Ha llegado el momento en que los jueces se reivindiquen ante la opinión pública destapando toda la olla, porque nadie cree en Santiago del Estero que Julio Alegre llegó a tal grado de latrocinio sin contar con la complicidad de profesionales como María Cecilia Vittar y de miembros de los tres poderes públicos provinciales que conocían sus tropelías y las consintieron.

Si Turk y sus representados no se dejan engañar por los que prometen libertad a cambio de “hundir a Alegre”, van a terminar acorralando a los jueces pusilánimes que se dejan llevar de las narices desde despachos de la Casa de Gobierno y rondan sólo y exclusivamente al ex intendente y a sus familiares, mientras que los otros ladrones y corruptos desfilan por Tribunales, cuentan sus delitos, pero siguen en libertad.

Con esta denuncia, la sociedad santiagueña cree que va a terminar la campaña y persecución a una sola persona y, sobre todo, las imputaciones y detenciones selectivas en este sonado caso.

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