Por Roberto Azaretto
La diarquía gobernante ha planeado un ataque a la prensa escrita, que consiste en la estatización de la provisión de papel para diarios. Por un lado se prohibirá la importación, o el arancel cero, ahora vigente, se elevará para subir el costo de ese insumo de las editoriales a niveles no competitivos.
El otro elemento del ataque es la campaña contra Papel Prensa, fábrica de papel propiedad de Clarín, La Nación y el propio Estado Nacional que tiene sus directores y síndicos. Estos nunca encontraron ninguna irregularidad. Tampoco el presidente de la Comisión Nacional de Valores, por eso fue “renunciado” por Guillermo Moreno, el secretario de Comercio conocido por su ignorancia, malos modales y servilismo hacia la diarquía.
Guillermo Moreno es el hombre que destruyó el Indec. Recordemos que intentaron que la Universidad Nacional de Buenos Aires avalara lo actuado ahí por el gobierno, maniobra no aceptaba por la mayor parte de los académicos, los pocos que aceptaron han dejado trascender u informe lapidario sobre las mentiras KK.
La cuestión es que la dinastía KK cree que si los diarios no publican la verdad la opinión pública les será favorable y podrán ganar los comicios presidenciales.
Por eso controlando la cuota de papel piensan que los diarios se les entregaran. Esto se hizo hace sesenta años en la Argentina. El diario de mayor circulación de entonces se lo confiscó, nos referimos a La Prensa. Al diario La Nación se le entregó papel para vender nada más que cincuenta mil ejemplares y editar solo ocho páginas.
El gobierno dice que los grandes diarios nacionales mienten cuando publican que el Papa, en la audiencia con las presidentas de la Argentina y de Chile por el 25 aniversario del Tratado de Paz con Chile, dijo que para obtener y consolidar la paz debe combatirse la corrupción y la pobreza.
La presidenta Bachelet ni la opinión ni el oficialismo chileno se dieron por aludidos. Nuestra Cristina dejó trascender que los dos matutinos que sueña cerrar no debieron publicar los dichos del Sumo Pontífice.
Por eso no se publican las estadísticas sobre el delito. Se irritan por la difusión de los datos sobre pobreza, crisis educacional, índices sanitarios, desocupación o inflación que es el peor flagelo de lo pobres.
Para los KK son inventos destituyentes de los medios. Como inventan que fueron héroes de la resistencia peronista, cuando pasaron los años del gobierno militar muy cómodos prosperando en Río Gallegos. Estos farsantes, muy bien acompañados por farsantes provinciales que supuestamente venían a cambiar la provincia, van a entregar al próximo gobierno una sociedad más desigual que en 1998, con más diferencia entre los más ricos y los más pobres; con mayores enfrentamientos y rencores, más endeudada con este megacanje tan malo como el de Cavallo en el 2001. Con problemas en energía, transporte, rutas, ferrocarriles, agua potable muy graves y que requerirán un gran esfuerzo solucionar en el mediano plazo.
Una nota de optimismo. La foto con el dirigente sindical Zanola esposado, un criminal infame que les daba a los enfermos oncológicos de su gremio remedios truchos. Si Jorge Luis Borges viviera, tal vez lo incluiría en su “Historia Universal de la Infamia”
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