domingo, 10 de enero de 2010

Nueva salvajada institucional


Roberto Azaretto

La Presidente de la Nación ha violado la Constitución y las leyes como nunca ningún gobernante electo ha hecho. En la gravedad en la marcha del país en general esto es tan complicado como la resolución 125, cuando una simple resolución ministerial se fijaron las retenciones móviles, desconociendo las atribuciones que la Constitución sólo le reconoce al Congreso..

Desde el punto de vista institucional es un hecho aún más grave. Es un verdadero escándalo que muestra a la cleptocracia gobernante sin reconocer ningún límite. Solamente las dictaduras cometen estos atropellos. Algunas dicen que el matrimonio K tiene una concepción monárquica. En realidad no tiene nada que ver con las monarquías europeas existentes que son un modelo de democracia, sino a los viejos absolutismos como el zarismo y los imperios desaparecidos en la primera guerra mundial o los emiratos y reinos de medio oriente, donde el monarca considera a su país como un patrimonio privado, disponiendo de las vidas y los bienes del pueblo a su antojo.

El presidente del Banco Central tiene prohibido de recibir órdenes del Presidente de la Nación. Para remover al titular del banco hace falta una recomendación de una comisión compuesta por cuatro congresistas y el vicepresidente de la Nación en su carácter de presidente del Senado.

Las medidas como el fondo para el bicentenario y el uso de las reservas deben ser aprobadas por el Congreso.

El decreto removiendo de su caro al licenciado Martín Redrado es ilegal y nulo porque viola la ley orgánica del Banco Central. En todo el mundo serio se fijaron normas estrictas para asegurar la autarquía de los bancos centrales pues su función primordial es preservar el valor de la moneda.

En la Argentina y en otros países estas instituciones fueron meras dependencias de los gobiernos durante varias décadas. El resultado fue la inflación, que en el caso de la Argentina, derivó en varias hiperinflaciones, cuyas principales víctimas son la gente común y dentro de ellos los que tienen ingresos públicos como los salarios.

Las reservas monetarias no son del gobierno, son del pueblo argentino y están en el Banco Central para garantizar el valor de la moneda y evitar los problemas de balanza de pagos, por eso uno de los parámetros para estimar el nivel de reservas es a cuanto meses de importaciones equivalen.

Curiosamente Redrado, persona que conozco, pero no me merece simpatía personal, es echado por cumplir con su deber, por negarse a violar la Ley. Esa es la lógica de los cleptócratas que nos gobiernan, de su coro de adulones y la asociación ilícita que integran con empresarios cortesanos, testaferros y gobernadores de provincia como es el caso de nuestra castigada provincia y cuyos coordinadores son Julio de Vido y Aníbal Fernández.

El gobierno por su torpeza ha provocado este grave conflicto institucional al que ha puesto coto momentáneo, la jueza María José Sarmiento con sus medidas de no innovar.

Los K tienen inclinación por hacer las cosas mal, cuando se pueden hacer bien. Para eso no faltan los colaboracionistas, los mediocres y serviles que se prestan a cualquier cosa.

Es destacable la actuación del personal estable del Banco Central. La formación y calidad de sus funcionarios, son un ejemplo para las administraciones públicas, tanto nacionales como las provinciales y municipales. Ahí impera el concepto de hacer las cosas bien.

Nadie puso palos en la rueda, sólo se trata de cumplir las leyes.

Los K han ido demoliendo ladrillo por ladrillo las Instituciones de la República. Ahora es el turno del Banco Central, No cejan en intentar desgastar al Congreso y a la Justicia. Hacen estos porque están desesperados, se saben fracasados y derrotados. Los fondos para cumplir con los servicios de la deuda, estaban en el presupuesto, pero ya se lo gastaron. Están insaciables por dinero fresco, y creen que la única posibilidad de retorno al poder es el fracaso del gobierno que elija el pueblo en el 2011.

La desesperación por la “caja” es la muestra cabal de la decadencia de un gobierno que tuvo el apoyo inicial de muchos, que creyeron en el discurso de entonces de lograr un país normal, con alta calidad institucional con el poder de las corporaciones acotado y sirviendo el interés general.

El decreto de remoción de Redrado es vergonzoso, pues se fundamenta en la opinión de los banqueros de Adeba, que defienden su negocio particular, de ganar comisiones en las negociaciones del canje. Explícitamente dicen que los banqueros están en contra de Redrado como un motivo para su expulsión.

Es el deber de todos defender las Instituciones, porque sin que las mismas funcionen seremos una republiqueta como Venezuela y el país habrá rifado el futuro de su pueblo y estaremos condenando a la pobreza a gran parte de los argentinos.

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