sábado, 23 de enero de 2010

Mientras peleamos por Redrado, el país se va al carajo


Gonzalo L. Villalobos

En una maniobra distractoria “de libro” el matrimonio gobernante ha invitado a su fiestita demencial a la clase política que, casi sin advertirlo, ha abandonado los intereses de sus codiciados votantes (léase pueblo sufrido) y se ha sumergido en el aquelarre de los Kirchner que, lejos de tener respuesta a los requerimientos de la gente, solo anhelan mantenerse en el poder, y seguir con sus negocios.
Así el tema del Banco Central, ya en manos de la Justicia, y el tema del puesto de Redrado, cuyo destino ya en nada afecta a los dineros del Tesoro Nacional (gracias a la jueza Sarmiento entre otros) evita que: nuestros legisladores, los ministros de la Corte Suprema y los funcionarios del Estado se ocupen y preocupen de temas esenciales cuya atención reclama el pueblo.
Así la seguridad, el narcotráfico, el lavado de dinero, la desradarización de la Argentina, el estado de indefensión de la Nación, los negociados de las inminentes “estatizaciones”, el envenenamiento de las mineras, la entrega de los hielos continentales, los cientos de presos políticos (militares y civiles), el bajísimo nivel de educación, la inmigración indiscriminada, el déficit habitacional, el creciente desempleo… y mucho más, han sido desatendidos, olvidados.
Como una telenovela venezolana, Redrado, Boudou, Cobos, Cristina, se han tornado personajes de una triste y dramática historia en que se enfrentan los poderes personales, sus venales intereses y el absurdo político del abandono de la cosa pública en manos de una locura de historieta.
Mientras tanto, el sufrido pueblo argentino observa incrédulo a quienes hoy tienen el destino de la Nación en sus manos, y que van y vienen con sus cuentos y fábulas tan poco serias que dan miedo...!
Borrachos de poder y tontería, los políticos olvidan su mandato ingresando en el sueño de la grosería canallesca.
Y, el pueblo sufre…
Los funcionarios juegan en sus bureau y hacen el “caldo gordo” a la ilimitada estupidez…
Y, el pueblo sufre…
¡Basta ya de la pavada! diría el Cóndor del cura Menapache…
Señores, una vez ya les dijeron: “¡Que se vayan todos...!” no vaya a ser que la próxima vez se cumpla.
Que yo sepa, hay una sola manera de evitarlo, cumplan con su deber, hagan su trabajo, déjense de tonteras… ¡eviten que el pueblo sufra!
  

No hay comentarios: