Desde antes del 24 de diciembre, el pueblo de Los Telares, departamento Salavina (declarado “ciudad”), está a la deriva porque no tiene intendente. En efecto, el jefe comunal, Oscar Ferreyra, se fue a trabajar en la cosecha de la papa, integrando una cuadrilla que viajó a General Belgrano, provincia de Buenos Aires.
El mundillo político de la provincia sabe de las correrías y de la vida alocada del inefable “Pillo” Ferreira, desde que apareció como dirigente de Carlos Juárez, quien lo ungió diputado provincial por dos años para ocupar la banca de un legislador fallecido. Luego, aprovechando el enfrentamiento de los candidatos de Emilio Rached (radical) y José Emilio Neder (justicialista), “Pillo” ganó la intendencia gracias a la confianza y oportunidad que le brindaron sus conciudadanos.
Hoy, todos los que lo votaron se arrepienten públicamente. Claro, es que “Pillo” sigue comportándose como el peor vecino: organiza y participa de carreras cuadreras, así como de las largas y descontroladas fiestas de alcohol, donde el intendente es la figura central a la hora en que los contertulios comienzan a desconocerse y a tomarse a golpes de puños.
Este comportamiento no le permite cumplir con su rol de “jefe del pueblo” como corresponde. No está nunca en la vieja estación ferroviaria (sede municipal), y es su madre la que atiende a los vecinos sin poder resolver ninguno de los requerimientos.
“Pillo” Ferreyra es la cabal expresión de la irresponsabilidad con la que se manejan los funcionarios de este gobierno provincial. Es inaudito creer que el gobernador Gerardo Zamora y su ministro de Gobierno, José Emilio Neder, no estén al tanto del “caso Los Telares”, donde nunca se reunió el Concejo Deliberante para otorgar licencia o permiso a Ferreyra.
Incluso, se sabe que la semana pasada, desde el Ministerio de Gobierno, se habló por teléfono a “Pillo” para avisarle que tenía que estar en la Casa Rosada a fin de recibir un subsidio nacional junto a otros dos intendentes. Dicen que dejó el surco por algunas horas y fue a recibir el cheque en la Ciudad de Buenos Aires.
Esta situación político-institucional no hace otra cosa que mostrarnos el pelaje de esta legión de irresponsables que gobiernan la provincia.
Estación de Los Telares.
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