jueves, 12 de agosto de 2010

A los changos de la esquina

La pobreza de los santiagueños es culpa del gobierno.
En esta moderna democracia que vivimos, hasta los modos de hacer campaña política han evolucionado. Atrás quedaron aquellos pequeños afiches de contenido político. Recuerdo, nos teníamos que  acercar para saber  a qué candidato pertenecía, peor era leer  su contenido. Eran tan ordinarios y baratos que al primer sol fuerte su tinta desaparecía.
Hoy con Gerardo Zamora todo es más moderno, más lindo, más opulento,  hasta más festivo y colorido. Desde grandes pantallas de televisión, hasta inmensas gigantografías cubren las cuatro esquinas en las calles de nuestra capital. No dejaron un punto cardinal sin empapelar.
Pasacalles por doquier flamean a mitad de cuadra, los changos no dejan poste alguno sin restos de pegatina y engrudo. De las pintadas ni hablar, letras prolijamente moldeadas se transforman en esloganes de campaña. En verdad, este laborioso trabajo daría envidia al mismísimo Barak Obama. Autos y camionetas “cero” ploteadas por los nuevos ricos cavan surcos en la plaza libertad, con parlantes que retumban los tímpanos.
Tanto despilfarro de dinero es solamente del gobierno. Y no, changos, no hable macanas, nunca fue así. Carlos Arturo Juárez o José Luis Zavalia jamás tuvieron gigantografías en esquina alguna. Todo era más sacrificado, más austero y no por cuestión de plata, sino por "moral pública", aquellos también ocuparon destacados cargos públicos y supieron manejar los dineros del pueblo.
Pasa amigos, que el zamorismo ya no sabe como imponer al pueblo la impresentable figura de Hugo Infante. Ahora se  les ocurrió a los marketineros del oficialismo obsequiar al hombre pobre como souvenir de campaña  "platos playos y hondos" pero de fondo con  su foto, así hasta en la "sopa"  nos acordemos de su cara.
Pero se equivocan y grandemente. El más prevenido sabe que tanto despilfarro de dinero es  para hacernos creer la gran mentira de que estamos ante un hombre capaz, bueno y honesto. Zamora lo eligió,  como antes  lo hizo con Julio Fernando Alegre. Pero Lito, ni aunque participe en Show Mach  llegara al corazón de la gente. Hay quienes dudan de que pase un 13013 con Zulma Lobato.
Algunos changos reflexionan ante sus amigos: “Miren esos changuitos de la esquina, sucios, harapientos, descalzos, mal comidos, mujeres con hijos en brazos, rogando  a cada automovilista una mísera monedita,  para comer y,  con el frío que hace andan desabrigados y hasta descalzos caminan.
Que ironía de la vida, qué desprecio por el prójimo, qué falta de sensibilidad política: tirar tanta plata en pasacalles, pintadas, gigantografías y otras porquerías. Cuando a las miserias humanas los vecinos las vemos todos los días y en cada esquina.
Por eso, ya saben, muchachos, el 5 vayan a votar, no se olviden de quién es el que les está robando la plata. Si sigue habiendo pobreza, miren a su alrededor para saber de quién es la culpa.

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