miércoles, 10 de noviembre de 2010

El hipódromo, ¿se va a privatizar?

Se presume que detrás de las futuras remodelaciones podría ser privatizado el hipódromo 27 de Abril.

La grey burrera no sale de su asombre porque el hipódromo 27 de Abril sigue dando pérdidas desde hace más de un lustro, cada vez que organiza las carreras a través de la Caja Social. En cambio, cuando las mismas son a beneficio, las ganancias son notables.
Ningún juego de azar originalmente está hecho para generar pérdidas, todo lo contrario. Los cálculos previos aseguran una ganancia asegurada que de por sí es el motivo por los que el Estado mantiene su regulación, organización y distribución posterior de las ganancias. Ergo, siempre gana.
Dicha esta verdad de Perogrullo, necesariamente el lector pasa a preguntarse el por qué nuestro hipódromo provincial genera pérdidas luego de cada reunión turfística. Y la verdad que desde éste humilde periódico podemos aportar datos, más no certezas. Así como afirmamos que las cuadreras en el interior nunca dan pérdidas.
El domingo pasado se realizaron 11 carreras, y en ventanilla no se vendieron ni el 40% de los boletos (apuestas) que normalmente se hacen.¿Mala programación? ¿Carreras de baja calidad? ¿Pésima programación?...la verdad que no se sabe a ciencia cierta. Lo que sí es cierto es que nuevamente dio pérdidas. Insostenible. Inadmisible.
Si la misma reunión hubiera sido organizada a “beneficio” (sucede por lo menos 7 veces al año) no duden que da pingües ganancias. De hecho los números en la Caja Social acreditan lo escrito. Pero allí nada se habla de esto.
Ese mismo día (domingo 07 de noviembre) el valor de las entradas para ingresar al organismo oficial que organiza carreras de caballos fue más costosa de lo que se necesita para ir a platea (primeras 5 filas) el próximo fin de semana para ver a Piñón Fijo en el teatro 25 de Mayo.
El valor de entrada en el hipódromo 27 de Abril es de 60 (sesenta) pesos, y el boleto para Piñón Fijo es de 50 (cincuenta) pesos.
De todas maneras no creemos que haya que apuntar abajo en ésta cuestión. Quien comanda en los últimos años la conducción del organismo (hipódromo), es lo que se dice un cuatro de copas. Nadie. Un perejil.
Más allá que algunos obtusos piensen que es “él” responsable de la actual situación, esto no es así; por más que sea el único funcionario que dejó de herencia la intervención del actual ignoto Pablo Lanusse. Responde a altísimos intereses que digitan su gestión a cambio de migajas como nombramiento por monedas de familiares, “amigas”, uso y abuso de vehículo de la Caja.
Para memoriosos, proponemos un ejercicio sencillo no muy lejano en el tiempo: todo lo que para el Estado da pérdidas, hay que privatizarlo… De hecho ya se maneja un “paper” interno que contiene las indicaciones de las remodelaciones millonarias que se realizarían en breve en nuestro circo equino en poco tiempo.

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