jueves, 24 de marzo de 2011

La necesidad de poner límites a la re-reelección

Por Luis Ovejero (concejal de la UCR-FUP de Capital).

El resultado de los comicios de la provincia de Catamarca del pasado 17 de marzo nos plantea a todos los funcionarios públicos y dirigentes políticos la necesidad de pensar lo que significa la reelección indefinida de autoridades de los poderes ejecutivos. La UCR catamarqueña, como eje de un amplio frente político, perdió el gobierno provincial luego de 20 años, y en el centro de tal derrota está la cuestión de la reelección indefinida dispuesta en su constitución. Con dicha disposición -que provenía de la época del régimen de los Saadi- el gobernador saliente, Brizuela del Moral, aspiraba a su tercer mandato consecutivo.
El electorado de la vecina provincia, cuando fue a las urnas, no solo eligió gobernador, sino también puso punto final a las aspiraciones de entronización de una persona en un cargo tan importante. Esta va a ser una cuestión que tenemos que considerar al momento de encarar un año electoral como el corriente. La acumulación de poder alrededor de un sujeto es altamente perjudicial para la democracia. En una sociedad democrática debe facilitarse la llegada de nuevas figuras a los espacios de poder y la alternancia en la función pública, pues, esta característica va de la mano con los reclamos de una mayor institucionalidad en los poderes del Estado.

Posición radical

La Unión Cívica Radical, en su rol de partido político que tiene en su horizonte los principios de respeto a las instituciones, de difusión de valores democráticos y de participación política de la ciudadanía, nunca puede tolerar las pretensiones de una persona que busca eternizarse en el poder. Lamentablemente esa fue la actitud tomada en la provincia de Catamarca por el gobernador que perdió.
Es este un llamado de atención también a los dirigentes políticos santiagueños. El gobernador Gerardo Zamora pretende la re-reelección en el año 2012. ¿Lo podrá lograr? Por supuesto que podría hacer lo que quiera. Pero hay un elemento más, el central en un gobierno que se llama a sí mismo democrático: la decisión de los ciudadanos. Como en Catamarca, la última palabra la tienen los ciudadanos, que pueden poner límite a las ambiciones de sectores que lo único que buscan es acumular poder por el poder mismo.
Los santiagueños tenemos la responsabilidad de nuestros destinos. Depende de nosotros poner límites a la re-reelección.

1 comentario:

Eduardo dijo...

Este artículo esta tambien dirigido para Chabay Ruiz.