miércoles, 23 de marzo de 2011

Se acabó la dolce far niente de la CGT-Santiago

Una foto que seguramente no se repetirá por decisión de la Presidente, de “espantar” a los sindicalistas de las esferas del kirchnerismo.
La ofensiva del “cristinismo” contra Hugo Moyano recibió un fuerte contragolpe que amenazó parar todo el país.
Los aliados de antes se convirtieron en dos bandos en pugna por algunas horas. Luego, en público, bajaron las armas. De todos modos, por abajo continúa una lucha feroz. Tanto, que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio precisas instrucciones a su tropa kirchnerista de todo el país para que “escondan” a Moyano y a todos los dirigentes gremiales de cada distrito.
Tamaña disyuntiva tiene entonces el gobernador Gerardo Zamora, aunque de entrada va a acatar sin miramientos la orden nacional.
Claro, en nuestro medio, los sindicalistas de la CGT-Moyano son del riñón del zamorismo, como fueron de la entraña de Carlos Juárez, César Iturre, Carlos Mujica y un largo etcétera. Siempre se comportaron como oportunistas antes que gremialistas o peronistas, y hoy, más que nunca, usufructuaron de bancas, secretarías, subsidios y otros privilegios, en razón de que con el pretexto de servir a la gobernabilidad y a la paz social, jamás levantaron la voz en defensa de los empleados públicos; tan postergados en relación a los sueldos que perciben otros trabajadores estatales de cualquier estado provincial del país.
Eso valió que Zamora los privilegiara fuertemente. Aclaremos, a los dirigentes, no a los trabajadores.
Fueron los cegetistas los que aparecían en todas las fotos rodeando al gobernador para dar la señal de plena convivencia de Estado y clase trabajadora.
Hoy, el “efecto” Moyano y la orden presidencial los obliga a “esconderse”; a no aparecer y menos aún intentar exigir una banca en las próximas elecciones legislativas (a diputados nacionales en nuestro distrito).
Gerardo Montenegro (amigo personal de Zamora), fue avivado de las directivas y mandó a pintar muros por toda la ciudad promocionando “Cristina presidente 2011!”, en una jugada que no tiene sentido y que lo desnuda como mal informado. La pelea entre “los zurdos” del cristinismo y los “burócratas sindicales” del cegetismo es profunda y sin retorno. Hay que comprender que la CGT y Hugo Moyano ya dejaron de pertenecer al “movimiento popular y nacional” que decía Néstor Kirchner había inaugurado en la Argentina.
Concretamente, los muchachos deberán volver a sus bases; a sus gremios. En la Casa de Gobierno ya no son bien recibidos ni bien vistos. Llegó a su fin la refinada holgazanería que les tributaba el zamorismo, que tan bien quedó reflejada en la expresión italiana de la “dolce far niente” ó “el dulce no hacer nada”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Asi me gusta. Leer escribas que digan la verdad, que desenmascaren a estos payasos de la democracia, oportunistas parasitos del poder. Sigan amigos, continuen desnudando las verdades que otros medios subsiados bajo las prevendas del del oficialismo, cada día los leen menos.