Los Telares inundado y sin agua

Cartel de entrada, por la ruta 92, en la ciudad de Los Telares.

El título suena a una sinrazón.
Ocurre que Los Telares, cabecera del departamento Salavina, está inundado por las intensas lluvias y no existe ningún desagüe en condiciones.
A su vez, la municipalidad no habilita el agua corriente por grifo y, consecuentemente, con todo el pueblo anegado, en los hogares los telarenses carecen del vital elemento. Cuando la comuna abre el servicio, el agua arrastra suciedades y lo que llega a las casas es barro puro.
Frente a esta situación insólita, se están realizando reuniones de vecinos para iniciar una campaña de reclamo fuerte ante las autoridades provinciales. “No hay más plazos ni consideraciones”, aseguraron los organizadores de estas asambleas vecinalistas.
Es que las gestiones ante el intendente Oscar Ignacio Ferreyra fueron inútiles porque nunca está en su sillón de jefe comunal, y la que atiende (en la calle o en los pasillos de la vieja estación ferroviaria; sede del municipio), es la madre del funcionario.
“Pillo”, como se lo conoce a Ferreyra, se dedica a las carreras de caballos, o trasnochar de domingo a domingo en reuniones en las que se consume mucho alcohol y se pasa durmiendo todos los santos días. Es difícil ubicarlo “fresco” al intendente de Los Telares. Recientemente, se ausentó dos meses del pueblo porque viajó como jefe de cuadrilla a trabajar en la desflorada en campos bonaerenses. Siempre se ausenta y lo hace sin avisar ni al Concejo Deliberante ni al ministro de Gobierno ni menos al gobernador. (El Concejo Deliberante no se reunió nunca).
De este modo, los empleados y obreros de la comuna son “ñoquis” obligados. Deambulan por las calles o bares del pueblo hasta la hora de salida, sin realizar ninguna actividad porque como “Pillo” nunca está en su lugar de jefe comunal, nadie da órdenes y no hay ninguna tarea que realizar. (No se sabe para qué el gobernador Gerardo Zamora le entregó hace días una moto niveladora).
Así, Los Telares es un pueblo abandonado. Calles intransitables, animales sueltos por todos lados, las malezas que cubren las banquinas y los espacios abiertos como el playón de la ex estación ferroviaria. Encima, sin provisión de agua potable en las casas.
Un lugar, en definitiva, en el que no vale la pena vivir. Todo, por el modo desvergonzado de manejar la cosa pública que tiene el intendente Ferreyra.

"Hombre" de Neder

Es hora de que algún funcionario provincial intervenga y reencauce este irresponsable modo de conducir una institución como la municipalidad de un pueblo. Sobre todo el ministro de Gobierno, José Emilio Neder, tendría que convocar a “Pillo” y conminarlo a que atienda sus funciones. Decimos Neder porque él se vanagloria diciendo que lo “operó” y lo incorporó a Bases Peronistas haciéndolo abandonar su militancia juarista. Que se jacte cuando incorpore a su sector del gobierno a funcionarios y dirigentes que sirvan a la gente y sean capaces de asumir un cargo público con responsabilidad.
Por ahora, Neder tendría que gestionar todas las acciones a fin de que los telarenses puedan gozar de un adecuado servicio de agua potable en sus domicilios.