Después de más de cinco años con casi el mismo elenco, el gobernador Gerardo Zamora ha advertido que varios de sus ministros han sufrido el lógico desgaste de la función pública y, consecuentemente, estaría pensando seriamente en renovar su gabinete para los inicios del 2010.
Una de las áreas de mayor actividad, como es Obras Públicas, sería la prioridad número uno, y la idea instalada entre los allegados del primer mandatario es la de hacer retornar al arquitecto Daniel Brué, a fin de generar un enroque con el actual ministro, el arquitecto Argentino Cambrini.
Claro, este cambio no será para nada traumático porque Cambrini es el primer diputado nacional suplente del Frente Cívico, de tal manera que si Brué renuncia -ya tuvo su paso por la Cámara baja, durante 4 años-, automáticamente el hoy ministro ocuparía el escaño en la Nación.
Con Brué de vuelta al gabinete, Zamora acomoda mejor las cargas en razón de que aprecia la contracción al trabajo y el dominio que tiene el hombre de Beltrán en Obras Públicas. Y, de paso, refuerza el trabajo político en el interior de la provincia logrando una dupla leal e incondicional con Ángel Niccolai y Daniel Brué.
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