miércoles, 1 de septiembre de 2010

Entre los Kirchner y el Gran Hermano

José Luis Zavalía

El autor de la nota.
Otra vez los santiagueños nos vemos sometidos al intervencionismo eterno de los porteños. Otra vez un gobernador santiagueño, se somete al triste papel de sirviente de los ocupantes de la Casa Rosada en Buenos Aires. La visita de Kirchner tiene ese fatídico significado. El que nos vienen repitiendo desde hacen más de cien años para dominarnos. Kirchner viene a decirnos de nuevo: "ustedes, santiagueños, necesitan un papá y una mamá, que los gobiernen a control remoto, desde Buenos Aires... ustedes no saben gobernarse, no tienen suficiente inteligencia para ello".
Esta es una nueva afrenta a que nos somete Gerardo Zamora. El travesti político que empezó adulando a los dirigentes radicales para iniciar su carrera política. Siguió adulando la rama femenina del juarismo para ser intendente. Y terminó acostándose boca abajo a los pies del matrimonio Kircher, para conseguir la gobernación.
Pero los patrones no suelen ser leales a sus sirvientes. Actúan de acuerdo con sus intereses. Por eso a Zamora, cuando las papas quemaban, con grandes movilizaciones en su contra, de los docentes, de la salud, de los empleados municipales y otros, los Kirchner casi se lo sacan de encima. Tuvo que llorar y mendigar de muchos otros lados para arreglar un poco su situación y conservar el cargo.
Ahora, otra vez, hay signos de que los Kirchner empiezan a desparramar sus fichas en otras partes. Por eso el enano fascista que ocupa la casa de Gobierno está desesperado. Y no sabe cómo hacer para conservar "el cariño" de sus patrones.
No le importa un pito la dignidad ni el orgullo de nuestro pueblo. Mucho menos le importa el dinero de su pueblo, que gasta a manos llenas para agasajar a sus patrones porteños.
Esa banda que actúa como en el Gran Hermano, colocando, una tras otra, cámaras ocultas en los espacios más queridos de los santiagueños para controlarlos de una manera cada vez más definitiva.
Las visitas constantes de Abal Medina, De Vido, Aníbal Fernández, Débora Giorgi, Alicia Kirchner, no significan otra cosa. Imposiciones de rumbo y monitoreo de sus negocios, para garantizar que todos los santiagueños les hagamos el caldo gordo.
Pero este 5 de setiembre se n a llevar una gran sorpresa. Porque la gente ya no se deja encandilar por lucecitas de colores. Recibirán todo, participarán de festivales y sorteos.
Pero este domingo votarán conscientemente. Por un candidato fuerte, capaz y con planes de gobierno. Un santiagueño que se enorgullece de serlo y que jamás se postrará ante ningún poder externo. Como lo ha demostrado ya infinidad de veces.
Para gobernar con autoridad y eficiencia a nuestra municipalidad autónoma de Santiago del Estero. 

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