Viejo peronista
Amado Boudou y Jorge Taiana.
Cristina y Néstor Kirchner tienen complejos de inferioridad y un gran resentimiento social. Sus complejos intelectuales son famosos. Por eso detestaron y se sacaron de encima a las personalidades de su primer gabinete.
El primero fue Gustavo Béliz, cuya eficacia en la lucha contra la corrupción les hizo temer que así como encontró las cuentas de Carlos Menem, Ramón Hernández, Alberto Gabrielli, Germán Neuss en el exterior, fruto de los negociados de los noventa, encontrara las cuentas de los fondos de Santa Cruz, colocados a nombre de Néstor, como si fuera su patrimonio personal.
Los complejos con Roberto Lavagna y Rafael Bielsa son famosos. Le molestaba que el ex canciller siempre tuviera un libro en la mano. No soportaba el prestigio intelectual de Lavagna ni el gesto de honradez de Horacio Rosatti el sucesor de Béliz en el ministerio de Justicia que le tiró la renuncia porque no quiso avalar los sobreprecios que exigía Julio de Vido para construir 10 cárceles federales nuevas.
El otro complejo de los Kirchner ha sido su ausencia en la lucha contra la dictadura. Se dedicaron a ejecutar hipotecas resultado de la 1.050, la circular de la indexación que fijara José Alfredo Martinez de Hoz, comprando en los remates, a vil precio, a las familias que no podían pagar esas cuotas enormes, hicieron su patrimonio, es decir gracias a la usura, la actividad más infame, luego de la trata de personas.
Por eso, como bien dijo Felipe Solá, que Cristina le haya dicho al compañero Taiana, que estuvo siete años preso en Chubut, mientras el matrimonio K comía con los jefes militares de Santa Cruz, que aprendiera de Amado Boudu, es un agravio a toda la militancia peronista, a los muertos y a los desaparecidos que vertieron su sangre en la lucha contra la dictadura militar.
Boudu se formó en la Unión de Centro Democrático, un partido que tuvo mucho que ver en la corrupción de los noventa con Adelina Dalesio de Viola, Maria Julia Alzogaray, Jorge Pirra, Federico Zamora y muchos ineptos y sinvergüenzas que defraudaron a los sectores liberales del país.
Estas expresiones de Cristina muestran la decadencia de este matrimonio que ha olvidado lo que es el peronismo en su lucha por los humildes.
Decía Evita, “cuidado con la nueva oligarquía que surge de nuestras propias filas”.
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