Ética médica: ¿dónde quedó?

Por el doctor Francisco Eduardo Viano

Esta es una pequeña reflexión en voz alta, asumiendo el riesgo de que alguien pueda sentirse molesto por la misma. Se trata del fallecimiento, recientemente ocurrido, de un médico joven y que debió ser internado, según tengo entendido, los últimos días. Los honorarios de la internación fueron cubiertos como correspondían, autorizando la misma a través de la obra social. Se le cobro una diferencia por la cama de acompañante.
Este colega venía arrastrando una prolongada enfermedad y, lógicamente, por dicho motivo, sin poder trabajar durante todo el último tiempo. No reviste importancia de qué institución se trata, sino el motivo de que el paciente en cuestión fue justamente un médico.
Mi duda es precisamente esa, ¿es ético aquí en Santiago, donde nos conocemos casi todos, cobrarle al médico y máxime en estas circunstancias?
Entiéndase bien, digo ético y no uso taxativamente otro término mal empleado. (Ilegal,etc.). Aclaro que tengo plena conciencia de la difícil situación que atraviesan las instituciones en su gran mayoría, con aranceles irrisorios y holgadamente desfasados. Pero seguramente este pequeño monto cobrado al colega, no cambiara en absoluto la situación presupuestaria y financiera de entidad alguna. Puedo estar equivocado, en cuyo caso me disculpo de antemano. Tampoco es mi objetivo, realizar una crítica por la crítica misma.
La presente será enviada a nuestros cuerpos colegiados y deontológicos, y sería un motivo oportuno y no menos esclarecedor sobre este tema, lo que nos puedan decir las mismas al respecto.