lunes, 15 de noviembre de 2010

La torpeza de los operadores K frustró el pacto negro con Macri

Por Guillermo Cherashny
Diputados nacionales macristas que aceptaron el espurio arreglo con el kirchnerismo y abandonaron la sesión en la Cámara baja.
Ya no quedan dudas de que existió un pacto por abajo de la mesa entre Mauricio Macri y el gobierno nacional. Fue a través de su hombre de confianza, Daniel Angelici, presidente de la Cámara de Bingos de la Provincia de Buenos Aires y ex tesorero de Boca, que renunció por estar contra la renovación del contrato a Juan Román Riquelme, pero que ambiciona presidir el club de la ribera el año que viene. Angelici pactó con otro célebre boquense como es Carlos Kunkel. En este caso, el diputado ultrakirchnerista lo apoyaría en la interna del club a cambio de que el bloque del PRO se ausentara antes de la votación del presupuesto. Esto habría sido refrendado por el propio Macri, que envió a un íntimo amigo -Nicolás Caputo- a que negociara con Julio de Vido y a Horacio Rodríguez Larreta para que hiciera lo propio con el jefe de gabinete, Aníbal Fernández.
Todas estas negociaciones trascendieron rápidamente por la falta de discreción de los propios kirchneristas.
Pero el jefe del PRO tenía un problema, cómo bajarle el acuerdo con los demás bloques opositores a Federico Pinedo, Paula Bertol, Luis Obiglio y Jorge Triaca, que son claramente anti K. El camino elegido fue hacer que se ausentaran Laura Alonso y Christian Gribaudo, que responden al tano Angelici, Soledad Martínez, ligada a Jorge Macri, y Silvia Majdalani, que es diputada por el PRO pero responde al subsecretario y mandamás de la SIDE, Paco Larcher, ya que ambos viven en el mismo barrio cerrado y viajaron a Disney juntas sus dos familias.
Así fue que, cuando los cuatro diputados huyeron, Pinedo lo denunció; Paula Bertol lloró de la bronca y Triaca y Obiglio estaban indignados. El papel de Laura Alonso es el más lamentable, porque no sólo se fugó sino que puso en duda los intentos de soborno a Cinthia Hotton y Elsa Álvarez, diciendo que a ella no la llamaba nadie porque sabían que no se vendía. Es verdad, bastó con un llamado de Angelici para huyera rápido del recinto y apareciera al otro día alegando que si se quedaba votaba a favor del proyecto K. Su argumento era que la peor alternativa era que el gobierno prorrogara el presupuesto del 2010. Pero lo grave es que, en la reunión del jueves de la cúpula del PRO, Macri avaló a los fugados, con lo cual llevó más confusión a sus filas.
¿Qué pidió el macrismo a cambio de las cuatro ausencias? Se habla de un préstamo del exterior a la Ciudad, garantizado por el Tesoro Nacional, o el apoyo del kirchnerismo al proyecto de presupuesto de la Ciudad, que al menos tiene una hipótesis de inflación del 15%, 10 puntos menos de la real pero el doble de la que sostiene el INDEC. Pese a esto, los kirchneristas de la Ciudad no se lo quieren votar. Otros sostienen que está en juego el viejo reclamo de mas obras públicas para Caputo Construcciones y IECSA, de los hermanos Calcaterra, primos hermanos de Mauricio, entre otros pedidos más. Pero todo habría quedado en la nada, por ahora, salvo la imagen de un pacto negro entre el kirchnerismo y el PRO.

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