Tarchini: un juez sui géneris

Tarchini Saavedra, el juez “entrega vehículos”.

 Gerardo Zamora por un parentezco politico y Ricardo Daives por una amistad, regalaron el cargo de juez de Instrucción en lo Criminal y Correccional al abogado Ramón Tarchini Saavedra.
Como antecedente, se recuerda que gracias a Carlos Juárez pasó como secretario de la Legislatura, donde atendía el timbre, los micrófonos y, en fin, la botonera que da sonido a las sesiones.
Ahora, por decision de la Consejo de la Magistratura, éste muchacho “ha ganado” el concurso y va a tener el cargo de juez en propiedad. Al igual que casi todos los jueces del Crimen zamorsitas, Tarchini Saavedra conoció Tribunales y las oficinas del fuero penal el día en que lo nombraron, y no solo que nunca litigaron sino que ni siquiera pasaron por frente al edificio del Poder Judicial.
También tiene el record de denuncias por su mal desempeño. Y los abogados del foro local comentan que no se le conoce una resolución que pueda leerse para ilustración y mucho menos que sirva de jurisprudencia.
En la especie de jueces, Tarchini Saavedra tiene un comportamiento singular, excepcional. Justamente, el castellano tiene un vocablo para definir a los objetos o personas como este juez de la dupla Zamora-Daives: sui géneris.
Primero arrancó como fiscal del juzgado del Crimen de quinta, y luego fue designado juez del Crimen de cuarta. Allí se mantiene, pero parece que frente a tantas denuncias e inoperancias, ahora el “bendito” Consejo de la Magistratura se dispone a nombrarlo como juez de segunda.
¡Señores, este pariente del gobernador, en sus años como juez, lleva entregados a amigos, parientes y fieles policias, más de 500 vehículos en caracter de depositarios judiciales. Una barbaridad! Nos referimos a motocicletas, autos, camiones, camionetas, y hasta maquinarias viales.
Tiene a su vista la ley y la acordada que le prohiben como juez entregar bienes secuestrados en su tribunal a particulares; excepto los que acrediten la titularidad.
Sin duda, este detalle no fue tomado en cuenta por el Consejo de la Magistratura. Las tremendas violaciones de Tarchini Saavedra como funcionario público, además, no fueron observadas por la Sala de Superintendencia del Superior Tribunal de Justicia.
Él, mientras tanto, se prepara para arrasar con los vehículos secuestrados que tiene el juzgado del Crimen de segunda nominación, que muy pronto va a comenzar a repartir entre sus allegados, parientes, policiales y amigos.
¡Único! ¡Un juez sui géneris!