A mediados de noviembre de 2008 quedó inaugurado el nuevo edificio de la municipalidad de la ciudad de Tintina. En esa ocasión asistieron las máximas autoridades provinciales para participar de un importante acto.
La obra fue encarada por la propia comuna con fondos aportados por el gobierno provincial.
Sin embargo, la excelencia de la construcción del edificio y la alegría por su inauguración duró poco. Cinco meses después de habilitado y de terminado el edificio, se supo que el empresario que habría provisto parte de las instalaciones amenaza con ingresar a la comuna y sacarle el techo al local comunal.
¿Las razones? Simple, la comuna no pagó la deuda que mantiene con este empresario que fue quien precisamente proveyó del techo para la finalización de la obra.
Desde la Intendencia nadie quiere hablar del tema. Se sabe que el intendente Eduardo Almaraz guarda un estoico silencio ante la situación, pero fuentes municipales revelaron que en realidad nadie conoce qué sucedió con la segunda cuota del subsidio que aportó el gobierno provincial para la finalización de la obra. Tampoco quieren arriesgar sobre las responsabilidades en la falta de pago, aunque quienes observan con mayor objetividad aseguran que la responsabilidad recaería en el propio jefe comunal, ya que fue él quien inició y se hizo cargo del proyecto.
Lo cierto es si no aparece un mediador, el empresario no tendría ningún inconveniente en arrimarse a la municipalidad de Tintina y comenzar a desmantelar su techo, ya que considera que fue traicionado en su buena fe y, al no ser cancelada la deuda, este techo le pertenece.
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