sábado, 21 de noviembre de 2009

Las fallas de la Policía Metropolitana


Por Luis Pico Estrada

El golpazo al proyecto de la Policía Metropolitana del Gobierno de la Ciudad estuvo anunciado casi desde sus inicios. Confundió desde el inicio la necesidad de una policía del distrito, que por lo general es una política de Estado y requiere unos diez años para su desarrollo armónico antes de estar en pie de combate, con una fogata artificiosa de unos modestos novecientos hombres con unos 40 de fuerza swat, entidad numeral útil para controlar la violencia presunta de un clásico de fútbol. Parte del módico conjunto viene de retirados o nómades de fuerzas armadas, policía federal y otras yerbas.
¿Quién custodia a los custodios? Se supone que el Ministro de Seguridad metropolitano, protegido de la diputada Gabriela Michetti, el jefe de gabinete Horacio Rodríguez Larreta y asesores -en particular José Torello- que escudan al jefe de Gobierno. ¿Anunciaron este tsunami? ¿Controlaron licitaciones, en muchos casos apañadas por la Universidad Tecnológica? ¿Tienen real experiencia sobre este oscuro tema?
El corpus político oficial y opositor desea policía propia en la ciudad, consensuada en tiempo y forma. Suponen que la actual gestión tendría problemas ya que más de uno sabía del ímpetu egocéntrico del comisario Palacios y de irregularidades que no pueden ignorarse.
No vale la pena señalar la falta de dialogo con el jefe de gabinete Aníbal Fernández, la resistencia de la Federal ante agravios de Rodríguez Larreta, la falta de vasos comunicantes con “los azules”, las compras de material violento para una fuerza que, como máximo y dividida en cuatro turnos alcanza unas 200 personas por turno. Por no mencionar los intríngulis de algún funcionario que susurra con jefes del organismo de inteligencia, enemigos desde siempre del grupo Palacios.
Los asesores y el gabinete de Macri carecen de personas de base política, dentro de la maraña de la construcción y el diálogo. No son espíritus angélicos; son mondos de genética partidaria. No es el caso de los justicialistas que integran el Pro y que estallan teléfonos en estos días tras sus jefes naturales.
Si consideramos cierto que las encuestas son el pan de todos los días para los jefes de la ciudad, Jaime Durán Barba dice en privado que la ansiedad mayor es el crecimiento o baja de popularidad, tanto del jefe de Gobierno como del jefe de gabinete que se postula para sustituir a Mauricio Macri si va como candidato a Presidente, sin excluir a la señora Michetti fantasmal candidato a vicepresidenta de quien sea (sic).
Aún así el señor Durán Barba ha dicho por radio:
-El conjunto del Gobierno de la Ciudad no tiene experiencia en gestión.
-Creo que incluso las personas más cercanas a Mauricio no lo entienden.
-Siempre con el tema de la policía he sido muy reacio. Es un tema demasiado complejo, surgen cosas que uno no controla, que son difíciles de manejar.
-Hay problemas de la política que son difíciles de aprender hasta que no se está en el pozo. En la política, cuando ya se está encima, hay problemas difíciles de resolver…Macri pecó de desconocimiento que nunca manejó.
Mauricio Macri, con el apoyo de la derecha internacional europea, vuelve de España, de su encuentro con Su Majestad Don Juan Carlos. Nuevo salto de trampolín hacia la carrera presidencial cuando la piscina se está vaciando. Deberá repensar las cosas cuanto antes. Este asunto inesperado tiene otros capítulos por escribir.

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