sábado, 21 de noviembre de 2009

Volvió Spaccavento al hospital Argerich


La interna política entre el macrismo y el kirchnerismo en torno al control del Hospital Argerich parece estar llegando a su fin. Tras varias idas y venidas judiciales e incluso la intervención del gobierno porteño sobre el centro médico,
El médico fue durante un año el ministro de Salud de la provincia de Santiago del Estero, durante la intervención federal encabezada por el abogado Pablo Lanusse. Es, además, un cuadro político muy allegado al kirchnerismo.
Ayer, en diálogo telefónico con Arena Política, el doctor Spaccavento, con el fallo en la mano, utilizó la ironía para referirse a su adversario Mauricio Macr: “Con esta resolución, como dijo Maradona, la tienen adentro".
La justicia de la Capital Federal ordenó que se restituya en su cargo al director del hospital Argerich, Donato Spaccavento, quien había sido “renunciado” por el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri.
Spaccavento se trasformó en una tensa cuerda de la que un lado tiraba Macri y, del otro, el aparato kirchnerista y el juez Roberto Gallardo, enfrentado con el macrismo. Finalmente, tras el recurso de amparo interpuesto por el profesional cercano a Néstor Kirchner, la justicia hizo lugar a su demanda.
La jueza Elena Liberatori -titular del juzgado de primera instancia en lo Contencioso Administrativo- determinó como "irregulares" los argumentos para solicitarle la renuncia y resolvió "hacer lugar a la demanda" del médico ordenando su inmediata restitución al cargo de director del hospital Argerich.
La disputa entre Macri y Spaccavento, en la que tomó parte el juez Gallardo, viene desde el año pasado. Spaccavento, tras casi un año de gestión con Macri en el gobierno, salió por agosto de 2008 a cuestionar el estado del Argerich. Habló de la falta de insumos imprescindibles para el funcionamiento del hospital y, a raíz de esa denuncia, el ministro de Salud porteño, Jorge Lemus, le pidió la renuncia al cargo. En el medio apareció la sombra de la persecución política, dada la relación personal que el médico mantiene con el ex presidente.
Gallardo, luego del pedido de renuncia, había ordenado la restitución del médico al cargo mediante un amparo. El gobierno macrista dobló la apuesta y, directamente, en diciembre pasado ordenó la intervención del hospital. Macri nombró por entonces un interventor, Néstor Abel Pérez Baliño, y Gallardo ordenó sacarlo. Hubo peleas internas y hasta la prohibición de entrada con policías en la puerta del edificio ubicado en el barrio de La Boca. Desde ahí que el Argerich está sin director a cargo.

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