Hace más de cinco meses que miles de pobres del interior santiagueño vienen con sus dolencias físicas a los hospitales públicos de la capital. Se vuelven sin soluciones porque no hay insumos y todo el personal está de huelga. (¿Alguien sabrá cuántos se murieron por este conflicto? Seguramente ya va a aparecer una estadística).
En pleno conflicto y con los pobres de Santiago sin Salud, muchachos porteños que dicen que trabajan en la Casa de Santiago de la Ciudad de Buenos Aires, se encuentran desde hace casi dos meses “promocionando” a Las Termas de Río Hondo en la mismísima playa de la ciudad balnearia de Pinamar (cabecera del partido de Pinamar, provincia de Buenos Aires).
El jefe de la Casa de Santiago en Buenos Aires, el radical ex “Coordinadora” y hoy fanático de Julio César Cleto Cobos, que ostenta nada menos que el cargo de subsecretario de la provincia de Santiago del Estero, es Bernardo “Tano” Abruzzesse; amigo muy íntimo del gobernador Zamora.
El “Tano” vendió el verso de que vendría bien promocionar a Las Termas de Río Hondo en la ciudad más top de la costa balnearia, donde la mayoría de los veraneantes son jóvenes hijos de los acaudalados de Buenos Aires. ¿Quién le habrá dicho a Abruzzesse que las chicas más monas que se bañan en Pinamar se iban a interesar por el lugar predilecto de los ancianos y de la tercera edad, como nuestras Termas?
A este gobierno no le interesa ese detalle, porque está para dar el gusto a sus amigos funcionarios que, con el verso de la promoción provincial, están veraneando en Pinamar con viáticos y plata del Estado santiagueño.
Para reforzar la “promoción”, el gobernador Zamora fue a visitar a su amigo radical (aunque cobista) “Tano”, convencido de que merced a esta tarea, en la próxima temporada invernal en Las Termas se van a colmar los hoteles con “chicas” y “chicos” que, en verano, vacacionan en Pinamar.
Entre tanto, en Santiago suman casi seis meses que no funcionan los hospitales públicos. Eso no importa. Es más trascendente promocionar Termas en Pinamar. Eso no es otra cosa que tomar a chacota a los santiagueños. ¡Burla total!
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