El educador sanitario Juan Carlos Chazarreta, “Chungui”, estuvo a punto de ser detenido junto a su abogado, al visitar a Adriana Contreras, trabajadora de salud en su décimo día de huelga de hambre.
Un comisario de apellido Ibañez y alrededor de 60 policías armados, la Guardia de infantería y la sección Canes, impidieron a Chazarreta que entrara al hospital, sin que se haya librado una orden judicial al respecto, violando el derecho a transitar libremente de este ciudadano.
Ante ello, los trabajadores de la salud en paro por tiempo indeterminado pidieron al abogadoque se hiciera presente en el Hospital. En vano pidió al comisario la orden Judicial. Que en realidad no existe.
Las directivas para no permitir que algunos médicos y auxiliares de la salud ingresen a los hospitales no es judicial, sino que proviene directamente del gobernador Gerardo Zamora, (recién llegado de sus costosas vacaciones), y tiene el propósito de amedrentar a los trabajadores que están luchando por derechos legítimos.
Quizás es una respuesta a la resolución de la asamblea hospitalaria, de continuar con el paro por tiempo indefinido, con las marchas de los jueves, huelga de hambre, y la exigencia de renuncia al director del hospital Regional, Gerardo Montenegro, que asumió esa función sin importarle los colegas cesanteados por participar en medidas gremiales.
Un comunicado de los autoconvocados sostiene: "En Santiago del Estero se persigue, cesantea e intenta detener sin orden judicial a los trabajadores, instaurando una suerte de terrorismo de Estado. Las garantías constitucionales están suspendidas. Los trabajadores no tenemos adónde recurrir. La policía actúa como brazo armado del gobernador Zamora. Solicitamos la urgente intervención de organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, para resguardar la vida de los trabajadores que luchamos".
Las directivas para no permitir que algunos médicos y auxiliares de la salud ingresen a los hospitales no es judicial, sino que proviene directamente del gobernador Gerardo Zamora, (recién llegado de sus costosas vacaciones), y tiene el propósito de amedrentar a los trabajadores que están luchando por derechos legítimos.
Quizás es una respuesta a la resolución de la asamblea hospitalaria, de continuar con el paro por tiempo indefinido, con las marchas de los jueves, huelga de hambre, y la exigencia de renuncia al director del hospital Regional, Gerardo Montenegro, que asumió esa función sin importarle los colegas cesanteados por participar en medidas gremiales.
Un comunicado de los autoconvocados sostiene: "En Santiago del Estero se persigue, cesantea e intenta detener sin orden judicial a los trabajadores, instaurando una suerte de terrorismo de Estado. Las garantías constitucionales están suspendidas. Los trabajadores no tenemos adónde recurrir. La policía actúa como brazo armado del gobernador Zamora. Solicitamos la urgente intervención de organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, para resguardar la vida de los trabajadores que luchamos".
Arriba: Juan Carlos Chazarreta, el trabajador de la salud al que intentaron detener.
Abajo, una muestra del estado de militarización del hospital Regional, esta mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario