Jorge Rosenberg
Camino por la calle de los enmascarados
voy a amar a una mujer
que guarda en su corazón
una torcaza estrangulada.
De formas y momentos
que de ella desaparezcan
cuando caiga la noche
se habrá derrumbado para siempre la patria.
Si la inolvidable memoria detuviera sus pasos
y sin gorrión el viento norte
haga volar la cabeza de un amigo poeta
cuando la palabra herida
convierta la metáfora en traición
se habrá derrumbado para siempre la patria.
Ya quebrado el leño enorme
que alumbraba la otredad
en el desierto rojo de sus ojos invictos
habré perdido mi patria
habré perdido mi amor.
Si de repente el viento
con el recuerdo y la distancia
torne imposible y no pueda copular.
Si mis pasos sean un remolino
en la calle de los enmascarados
y no puedan llegar a ese cuerpo de mujer
por desplumar su corazón
se habrá derrumbado para siempre la patria.
Aunque estos extraños versos
emergen de la tortura de un sueño espantoso de la noche
sirva esta como última forma de vivir
para decirle en silencio que la amo.
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