sábado, 29 de mayo de 2010

Furia anticristiana en el Paseo del Bicentenario

Paseo del Bicentenario.
“Para Hacerse Oír-Hablemos Claro” protestó a través de una carta enviada al diario La Nación contra la presencia de gigantografías de León Ferrari y de un montaje fotográfico de Marcos López en el Paseo del Bicentenario.
La organización advirtió que León Ferrari, cuya “obsesión por atacar a la Iglesia Católica desde todos los ángulos no ha menguado con los años”, presentó a la jerarquía eclesiástica argentina como cómplice del “Estado represivo”.
También consideró “peor aún” la exposición del fotógrafo Marcos López, titulada “La Carne”, quien trastoca el cuadro “La Ultima Cena” de Leonardo da Vinci para transformarlo en un “asado de grotescas figuras”.
El comunicado con la firma de Martín J. Viano y la licenciada Araceli Ramilo Alvarez de Viano, directores de "Para Hacerse Oír-Hablemos Claro", lamentó que de los católicos y de su fe "se puede hablar mal libremente", que a ellos "se puede, es más, se les debe hacer daño", como declaró Vittorio Messori al denunciar la "furia anticatólica de la cultura occidental".

Texto de la carta
A propósito de la información dada por el diario “La Nación” en su edición del día 25 ppdo. sobre la inclusión de obras de León Ferrari y Marcos López en el Paseo del Bicentenario, hacemos oír nuestra voz de firme protesta.
Verdaderamente es de lamentar la presencia de gigantografías de Ferrari, cuya “obsesión por atacar a la Iglesia Católica desde todos los ángulos no ha menguado con los años” (“El País”, Montevideo, 27-5-09), quien en un montaje fotográfico presentó a la Jerarquía Eclesiástica argentina como cómplice del “Estado represivo”. (“La Nación”, i25-05-2010)
Peor aún resulta la exposición del fotógrafo Marcos López, titulada “La Carne”, quien trastoca el cuadro “La Ultima Cena” de Leonardo da Vinci para transformarlo en un “asado de grotescas figuras”. (“La Nación”, ib. id.)
Parecería, una vez más, que de los católicos y de su Fe "se puede hablar mal libremente", que a ellos "se puede, es más, se les debe hacer daño", como declaró Vittorio Messori al denunciar la "furia anticatólica de la cultura occidental". ( cfr. "ACI Prensa”, 2-10-2004).
Esta vez esa furia tampoco se detuvo ante la conmemoración del Bicentenario de nuestra Patria, nacida junto a la Cruz, y cuyas raíces cristianas están reconocidas en el artículo 2º de la Constitución Nacional.
Que la Virgen de Luján, nuestra Reina y Patrona, quien “ancló” en tierra argentina en 1630, preserve a nuestra querida Argentina de las amenazas de esta revolución cultural anticristiana que se muestra, no solo en el Paseo del Bicentenario, sino también en los proyectos de ley que atentan contra la institución de la familia y la vida desde la concepción.
www.hacerseoir.org                

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