miércoles, 13 de octubre de 2010

Los mineros salen fortalecidos o vulnerables, pero nada será como antes

Por Roser Toll (Santiago de Chile)

El minero Osman Araya saluda a su esposa al salir de la mina San José, el 13 de octubre
Los 33 mineros que por 69 días estuvieron atrapados bajo tierra en Chile enfrentan desde ahora una realidad totalmente distinta de la que dejaron cuando un derrumbe se interpuso en sus vidas. Tras el prolongado encierro, marcado por la incertidumbre de los primeros 17 días, cuando no se supo nada de su suerte, esta experiencia significa un antes y un después, según los psicólogos.
"La vida de los mineros, como era antes, ya desapareció", afirmó Enrique Chía, psicólogo de la Universidad Católica de Chile, para quien los mineros deberán readaptarse tras un proceso traumático.
"Cuando te cambian abruptamente todas las condiciones de vida, tienes que readaptarte y descubrir habilidades que te ayuden" a enfrentar esta etapa, "llena de riesgos", explicó.
"Una persona que ha estado en una situación de muerte ha pensado en su situación personal". En este caso los mineros "piensan qué han hecho en su vida y qué no, y para eso también es interesante acompañarlos" con apoyo psicológico, según Margarita Loubat, psicóloga de la Universidad de Santiago de Chile.
El rescate de los obreros inició poco antes de la medianoche del martes, y se espera que concluya a más tardar este jueves.
El gobierno se ha comprometido a no dejar solo a este grupo de mineros, hoy convertidos en héroes nacionales, y les ha ofrecido "un respaldo psicológico profesional mínimo de 6 meses en los que pueden tener momentos de tristeza y depresión", realató el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
"La familia habrá cambiado, sus trabajos, también la realidad nacional", dijo Chía. "Van a tener mucha atención de los medios de comunicación, pero la opinión pública también es muy exigente, y le gusta que sus figuras públicas se comporten de cierta manera", dijo el psicólogo, para quien esta parte "será la más complicada".
Los expertos de la agencia espacial estadounidense NASA que visitaron el yacimiento en septiembre advirtieron que los mineros "tendrán un alto nivel de fama en su país y tendrán mucha presión de los medios y de la sociedad", dijo Michael Duncan, jefe de la misión.
"Los medios van a estrujarlos. Muchos de ellos serán bombardeados con ofertas en televisión, incluso podrán hacer carrera. Pero eso va a durar como mucho un mes, en marzo será un recuerdo", auguró René Ríos, sociólogo de la Universidad Católica.
El doctor Jorge Díaz advirtió en la revista Qué Pasa que "el mundo de ellos no es el de las cámaras, micrófonos y la televisión". "Cuando salgan andarán por la calle y serán acosados por el público. (...) Eso es mucho más grave en cuanto a agresión psicológica que lo que han sufrido hasta este minuto".
"Se van a tener que dar cuenta que la fama es limitada y que hay que capitalizarla, y comenzar un nuevo proyecto de vida", comentó Chía. Tras una experiencia como la que ellos vivieron "te puedes fortalecer o debilitar pero nunca te quedas igual".
"Si el resultado es positivo, es todo un éxito. Pero también puede haber situaciones de vulnerabilidad, de aprovechamiento, problemas en las relaciones o un aumento en el consumo de medicamentos o alcohol".
Según Díaz, "no podremos meterlos en una burbuja", pero "sí vamos a informarles adecuadamente que esta exposición tienen que regularla ellos y sus familias".

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