Zamora, sonriente, rodeado de opositores.
Después de los miles de pesos que todos los años recibe Mirtha Legrand de Santiago del Estero, en el almuerzo del martes, junto a su producción, le tendió una cama al gobernador Gerardo Zamora, a quien sentó a la mesa, rodeado de opositores al gobierno nacional, que no dejaron de criticar al matrimonio gobernante en ningún momento del almuerzo televisivo.
Lo peor fue que salvo alguna tímida defensa del gobierno nacional, Zamora no levantó la voz para defender a quienes lo vienen favoreciendo con dinero contante y sonante, desde que comenzó su su gobierno, en el 2005.
“Vos estás negando la verdadera realidad como gobernador, que vos y todos los gobernadores tendrían que decir, la verdad, que tienen que ir a Olivos y decirle sí a todo a Néstor Kirchner”, le disparó Das Neves a Zamora, y señaló en un tono fuerte que “mientras se digan mentiras y sean hipócritas, no vamos a solucionar los verdaderos problemas que tenemos. Somos indignos, no tenemos el coraje de enfrentarnos a un poder déspota y autoritario”.
Los asesores de imagen del gobernador, entre ellos el consultor de opinión pública Enrique Zuleta Puceiro y Bernardo Abruzzese, subsecretario de la representación oficial en Buenos Aires del gobierno de Santiago, debieron haber advertido al gobernador que el almuerzo lo enfrentaría a una discusión desigual y sobre todo, sangrienta.
En determinado momento, el gobernador chubutense, Mario Das Neves, también comensal de Mirtha Legrand y uno de los más críticos adversarios del gobierno nacional exigió que se diga la verdad sobre la sumisión al poder de la chequera del ex presidente Néstor Kirchner y sostuvo que los ministros del Gabinete “están dibujados” mientras la Presidenta se dedica a “actuar” a través de actos que difunden buenas noticias.
Además de los gobernadores, integraron la mesa el diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, Juan Carlos Morán (Coalición Cívica), el senador nacional por la provincia de Formosa, Luis Naidenoff (Unión Cívica Radical) y los periodistas Jorge Rosales (jefe de política del Diario La Nación ) y Sylvina Walger.
Naidenoff sostuvo, sin referirse directamente a Zamora, que la Unión Cívica Radical es un sentimiento, una idea, pero -mirando de frente al gobernador santiagueño- también sostuvo que es una “forma de vida”.
Los asesores de imagen no debieron dejar, bajo ningún punto de vista, que Zamora se sentara a la mesa con seis opositores a los Kirchner (no hay que olvidarse de que Mirtha Legrand es una de las figuras televisivas más críticas de la gestión nacional), ya que es por todos conocido que no es un polemista, como que en su paso por la Cámara de Diputados de la provincia, jamás intervino en las calientes discusiones que se formaban a cada rato en las sesiones.
También Das Neves expresó que “si no se dice la verdad, no tenemos salida como país”, al tiempo que afirmó, “yo asumo lo mío y lo digo, yo represento a mi pueblo, un pueblo digno, y no puedo venir a rebajarme a un señor que no es presidente, por más que sea el esposo, y que maneja la chequera. Tenemos ministros de economía dibujados, jefes de gabinete dibujados y la Presidenta que todos los días prepara un acto para lucirse, actuando”, dijo el mandatario ante el silencio de Zamora.
Y agregó que un día en Olivos “es llevame buenas noticias, elige tres o cuatro buenas noticias, como decía antes el diario de Yrigoyen, y a partir de la noticia que ella (la Presidenta ) considera buena, se hace el siguiente acto”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario