lunes, 7 de junio de 2010

¿Y si los Noble no fueran hijos de esos desaparecidos?

Julio César Ruiz* 
Ernestina Herrera y sus hijos.
De los vapuleados, degradados, manoseados y nunca bien considerados ni reconocidos, en sus derechos humanos, Marcela y Felipe Noble Herrera, hijos de Ernestina Herrera de Noble, ni siquiera se ha comprobado, hasta ahora, que sean apropiaciones provenientes del proceso militar.
De modo permanente, en la Argentina los funcionarios, con la complicidad de mesiánicos civiles defensores de los derechos humanos,  estuvieron desesperados por hacer demostraciones públicas que en la Argentina, se respetan los Derechos de los Humanos.
Aún se recuerda la frase genial y rimbombante de los gobiernos de facto que fue distribuida por todo el mundo, con obsesión a través de todos los medios posibles que con deseos de paradigma decía: “Los argentinos, somos derechos y humanos”
Por, ello, y atendiendo al esfuerzo de las autoridades actuales en dilucidar de dónde provienen los jóvenes Noble, se nos ocurre preguntar, por supuesto con el derecho y humana libertad de opinar…
Si se llegara a la conclusión que los hijos de Ernestina Herrera de Noble no fueron apropiaciones de procesos militares, ¿se buscará en las otras fábricas de bebés que existen en la Argentina?
Estamos seguros, que la respuesta es sí, por cuanto las autoridades nacionales, ahora, gracias al Caso Noble, comienzan a interesarse por la violación de los Derechos a la Identidad de sus habitantes.
Por ello, y con el ánimo de colaborar, venimos a informar lo siguiente:
1.- Existen tres fábricas o fuentes de desaparición sistemática de bebés en la Argentina, a través de todos los gobiernos que han pasado por el Poder:
a) Bebés sustraídos desde la  primera fábrica de bebés del Nordeste del país conformada por las provincias de Entre Ríos, Formosa, Chaco, Corrientes, Norte de Santa Fe, a través de vías terrestres y por 1.500 puntos de aterrizajes clandestinos.
b) Bebés sustraídos desde la segunda fábrica de bebés del Sureste de Santiago del Estero a través de vías terrestres y 12 pistas de aterrizaje clandestino, con un promedio de 12 bebés desaparecidos por semana.
c)  Bebés sustraídos desde la tercera fábrica de bebés de Cuyo a través del paso internacional con Chile, sin estadísticas concretas por cuanto aún no hemos podido investigar en profundidad por falta de recursos económicos.
2.- La Ley 24.779, que regula el instituto jurídico de la adopción, en la Argentina, genera entregas legales de bebés en un 25 por ciento. El resto, el 75 por ciento son circulaciones y manipulaciones de bebés por mafias dedicadas al tráfico humano. Esta información, que acuñábamos en soledad, ya  fue corroborada por el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, ante la evidencia de nuestras investigaciones  y por los tres obispos de Santiago del Estero, el 31 de diciembre del 2009.
3.- La minoría de los bebés van para cumplir papeles de hijos en el mercado interno, la mayoría son exportados para ser hijos en Europa, en donde se venden a un promedio de 70.000 euros por cada uno. Pero, la mayoría, como es obvio, van a industrias que pagan de mejor manera, como la pornografía y la prostitución infantil, el tráfico de órganos, la utilización de bebés en rituales, diversos tipos de explotación laboral y mendicidad y la utilización de sus cuerpos para traslado de sustancias prohibidas.
4.- Las mafias que operan en la Trata de Bebés, en un 95 por ciento están formadas por empleados públicos dependientes de los gobiernos provinciales de las provincias que componen las jurisdicciones mencionadas.
5.- Existe en la Argentina una asociación llamada “Quienes Somos”, que defiende sin ningún tipo de recurso y con la total espalda del Gobierno Nacional como respuesta, a más de 4.000.000 de personas que buscan su identidad. www.ag-quienessomos.com.ar/que
*Fundación Adoptar, Tucumán.

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