Luciano, recordado en Facebook por sus amigos.
El santiagueño común no tiene prensa que transmita sus preocupaciones ni referente político institucional que lo defienda. Pero está en la calle protestando frente a las injusticias de una administración ineficaz e inepta que no sabe ni puede, por ejemplo, brindar el básico servicio de la seguridad y la justicia.
El viernes por la noche, los chicos, adolescentes y jóvenes, salieron a las calles a reprocharles a los funcionarios provinciales el incumplimiento a sus deberes de funcionarios públicos que habilitan al “libre tránsito” de bandas de delincuentes que matan a los chicos por robarles un celular o un par de zapatillas.
Fueron los compañeros de Luciano Bruno Cella los que se animaron -dentro de su dolor- a gritar contra las “sinverguenzadas” de los de la Casa de Gobierno, de la policía y de la justicia.
Los epítetos irreproducibles tuvieron directos destinatarios: Gerardo Zamora, Ricardo Daives, José Emilio Neder, Marcelo Pato y hasta el intendente Hugo Infante.
A todos ellos, los chicos compañeros de Luciano les dieron su merecido.
Claro, nadie los salió ni siquiera a darles un pésame. O al menos extender la mano a la mamá del infortunado jovencito asesinado.
Dicen que el jefe de policía anduvo controlando el orden y la organización de un mitin político que tenía Neder en Las Termas de Río Hondo, y a la cena con los periodistas que ofreció Zamora.
El pueblo, a partir de estos valientes chicos y chicas, tomó la palabra. Incluso, enfrente a la Casa de Gobierno, alertaron con firmeza: “Ya vienen las elecciones municipales. No los vamos a votar”, repitieron, mientras agregaron calificativos irreproducibles para cada uno de los funcionarios zamoristas.
La marcha contra el gobierno provincial concluyó en la Plaza Libertad , y se sumaron familiares de Raúl Domínguez, Exequiel Melean y los familiares de los presos asesinados.
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