Juárez, el Frente Cívico zamorista y el fascismo

Carlos Arturo Juárez y abajo, Gerardo Zamora.

En una nota que publicó el diario Página 12, la periodista Alejandra Dandan, afirmó que Gerardo Zamora “llegó al gobierno con un frente cívico, integrado en gran parte por ex juaristas”, a la vez que un ex detenido político lo vinculó con el fascismo concreto.

También sostuvo que “mantuvo un conflicto con los empleados durante ocho meses hasta que, dicen, un acuerdo con Juárez le garantizó el acceso a los fondos y la supervivencia política” y que “el dato es mencionado por sus ocasionales aliados para encuadrar no sólo el decreto, sino un gesto que simbolizaría su debilidad política”.

Luego de hacer un repaso por las acusaciones más comunes contra Carlos Arturo Juárez, en una nota titulada “Un caudillo maquillado por la muerte”, hizo hincapié en que Zamora decretó tres días de duelo, dispuso la guardia de honor de la policía y ordenó que las banderas de las escuelas y organismos públicos se mantuvieran izadas a media asta en señal de duelo. “Pero no sólo eso” lamentó la periodista al agregar, “en los fundamentos del decreto, recordó al caudillo y ex gobernador como un `distinguido ciudadano` y `notable político` con `vocación de servicio` y consideró `lamentable` su desaparición. Juárez, arquitecto de un modelo que le permitió dirigir la provincia durante cincuenta años, fue el primer mandatario investigado por crímenes de lesa humanidad cometidos antes del golpe de 1976”.

Añadió que “estuvo preso y procesado por una desaparición, y a la hora de su muerte estaba imputado por la desaparición de otras doce personas, por torturas y 45 privaciones ilegales de la libertad” y que “para los organismos de derechos humanos locales, las banderas a media asta son un mensaje `desmoralizador` en la construcción de la tan trabajosa memoria santiagueña”.

En la nota, Luis Garay, ex detenido político y encargado del Instituto de la Memoria, dice que “Carlos Juárez fue un personaje nefasto”, para agregar que “ocupó con acuerdos de muchos sectores el poder durante 50 años en los que produjo retraso político, económico y social, y su estilo no tuvo nada que ver con la democracia, sino con un fascismo concreto”.