Carlos David
En estos días observo perplejo otra inmoralidad llevada a cabo por el matrimonio presidencial en octubre de 2008, y que recién ahora sale a la luz. No voy a hablar demasiado de lo que significa este nuevo atropello desde lo ético o moral y menos voy a opinar acerca de la forma en que lo justifica un señor extranjero relator de fútbol devenido en analista político y económico en nuestro país, como es Víctor Hugo Morales, de quien solamente digo que en su justificación en su programa radial habla de lo arrepentido que está de haber criticado al ¿ex? presidente Néstor Kirchner luego de escuchar la forma clara y concisa en que este último justificó la operación de la compra de dólares.
Me voy a permitir comentarle a este señor que si tuvo el tupé de pedir disculpas públicamente a Kirchner debe tener el honor de pedirle disculpas a todos sus oyentes por volver a opinar sin saber de qué está hablando.
Como habitualmente trato de hacer, solo hablo de lo que entiendo y, por tanto, me voy a centrar en algunas “desprolijidades” que voluntaria o involuntariamente se están ocultando en todos los comentarios que rondan este hecho:
-El señor Néstor Kirchner justificó la compra de la moneda extranjera para realizar un pago por la compra de un hotel en El Calafate ¿verdadero o falso? Verdadero. Le creo señor Kirchner.
-Por lo expresado en el punto anterior deduzco que el pago lo realizó en efectivo porque, de lo contrario, no hubiera necesitado comprar los dólares sino simplemente transferir desde una cuenta en pesos a una en dólares del vendedor.
-Si pagó en efectivo y, según lo que disponen las normas impositivas vigentes y reguladas por A.F.I.P. – D.G.I., el señor Kirchner o en nombre de quien él haya actuado no podría computar como gasto ni tampoco tomar el crédito fiscal de cualquiera de los tributos administrados por A.F.I.P., ya que es obligación realizar los pagos superiores a pesos diez mil ($10.000,00) con cheque cruzado y “no a la orden”, de lo contrario será impugnado el gasto.
-Aparece entonces otro tema: no pasó por su cuenta bancaria, algo que debería haber pasado y de tal forma se evitó tributar el “impuesto al cheque” (para denominarlo en la forma en que lo conoce la gente) y que es el seis por mil (0,6 %) de las acreditaciones en cuenta y el seis por mil (0,6 %) de los cheques emitidos, que suman el uno con veinte por ciento (1,20 %) de la operación.
-Si consideramos que en la fecha mencionada (octubre de 2008) el dólar estaba alrededor de $3,30 estaríamos hablando de una suma de pesos seis millones seiscientos mil ($ 6.600.000,00) cuyo 1,2% ascendería a la suma de pesos setenta y nueve mil doscientos ($ 79.200,00) que el señor Kirchner evadió.
-Si a esto le sumamos los importes que seguramente descontó como gastos en su correspondiente declaración jurada de impuesto a las ganancias (por ejemplo la amortización del edificio, los honorarios de escrituración relacionados con la compra, etc. etc.) y no correspondía computar (punto 3) estamos ante una suma realmente importante evadida por el ¿ex? Presidente y, sin dudas, le cabe la ley penal tributaria por su actuación. Y en estas sumas no estoy contando intereses y multas previstas por la ley de procedimiento fiscal 11.688.
No es mi deseo extenderme en el tema, simplemente tratar de aportar algo a quienes corresponda: oposición, fiscales, jueces, ciudadanos responsables, etc.
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