La edición digital de hoy del diario Cronista, dice en un título que la Central de Trabajadores Argentinos “pidió al gobernador de Santiago que cese la represión contra empleados de la salud”. Además la central obrera denunció “la grave situación” que atraviesa el sistema sanitario de la provincia del radical K, Gerardo Zamora.
El diario indica que “luego de meses de insostenible desamparo y total indiferencia por parte de las autoridades nacionales y provinciales, los empleados de la salud pública de Santiago del Estero recibieron el apoyo de la Central de Trabajadores Argentinos”.
Recuerda además que “el consejo nacional de la central pidió además una urgente reunión con los ministros nacionales de Salud, Juan Manzur, y de Trabajo, Carlos Tomada, a fin de que intervengan para salvaguardar el derecho a la salud de la población santiagueña y los derechos de los trabajadores públicos del sector”.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos difundidos por la central obrera. “La norteña provincia paga los salarios más bajos del país en el sistema público de salud, y advirtió que de los 8.000 trabajadores del sistema, unos 5.600 se encuentran en condiciones de precarización laboral”.
La central sindical precisó que “ninguno de esos 5.600 trabajadores” tiene un ingreso que alcance el salario mínimo fijado por el Consejo Nacional de Salario y Empleo, que consiste en 1.500 pesos mensuales para enero de 2010” .
Aseguró que durante el desarrollo del conflicto el gobierno santiagueño “no accedió a negociar en ningún momento con los legítimos representantes de los trabajadores”, a pesar de los reiterados pedidos efectuados. La situación persiste hasta la fecha.
El diario también recuerda que “la semana pasada, el gobierno santiagueño convocó a una mesa de diálogo a entidades médicas para resolver el conflicto que afecta al sistema de salud local, pero no citó a las organizaciones sindicales que realizan huelga, por lo que profesionales autoconvocados y de la Federación Sindicalla Argetntina extendieron el paro”.
Foto: Las marchas tuvieron siempre un importante despliegue de
policías, uniformados con armas y de civil con cámara de filmación.
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