lunes, 27 de septiembre de 2010

Papelón oficial por el caso “procurador Sosa”

Enrique Piragini
Néstor y Cristina Kirchner.
A raíz del escándalo derivado de la desobediencia por parte de la “asociación ilícita KK” al fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que ordenara restituir al ex Procurador Eduardo Sosa, en vertiginosa voltereta típica de un Flor de Panqueque, el inefable jefe de Gabinete de Ministros Aníbal “Baúl” Fernández ahora respaldó la propuesta del gobernador Daniel Peralta de crear un cargo para reponer al funcionario eyectado por Néstor Kirchner.
La situación era insostenible desde todo punto de vista. En ningún país del mundo se incita al alzamiento contra fallos de una Corte Suprema de justicia nacional, el máximo órgano judicial e intérprete final de la Constitución, mucho menos desde la primera magistratura, como hiciera la Sra. Cristina E. W. de Kirchner desde su privilegiado cargo y por cadena nacional en reiteradas oportunidades, trasuntando así un absoluto desprecio por las instituciones democráticas y su evidente falta de formación académica, siendo recomendable que atienda su avanzado grado de bipolaridad para evitar seguir avergonzándonos.
El gravísimo conflicto que trae aparejada la desobediencia a fallos de la Corte Suprema lleva a un camino sin retorno al consorcio presidencial, por lo que -para poder seguir manteniéndose en la pirámide del poder, y seguir recaudando fondos públicos y dádivas en provecho propio-  se le exigió al matrimonio cleptómano desandar la senda hacia la ciénaga y, mientras dure el tour por Nueva York, sus súcubos asumirían el costo -para ellos imposible-  de obtener una salida “elegante”.
Si al papelón de la operación Papel Prensa se sumase un abierto encontronazo con el Poder Judicial, además del costo internacional que conllevará el asilo al asesino Apablaza, nadie podría garantizar un pacífico andar hacia el recambio institucional del 2011 ni el futuro de cárcel que derivaría de un eventual fracaso en los comicios presidenciales.
Es por ello que el matrimonio Kirchner -a regañadientes- tuvo que admitir el consejo de sus subalternos y “entregar” el cargo al Dr. Sosa, con el artilugio de desdoblar el actual, entregando uno al ex procurador y otro que mantendrá al actual funcionario, resolviendo políticamente la cuestión judicial, satisfaciendo el fallo del máximo tribunal de la Nación.
Si recordamos que el Dr. Sosa fue echado por Néstor Kirchner por investigar cuestiones vinculadas al manejo de fondos, manteniendo una batalla judicial durante tres lustros, resulta fácil colegir que no le resultará cómodo ni sencillo desempeñar sus funciones en una provincia donde la mayoría de los funcionarios le responden al jerarca de Olivos.
Pero esa es otra historia…

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