Hinchada de Mitre.
Mitre, uno de los dos clubes “grandes” de Santiago, tiene en estos momentos unos 60 socios que pagan sus cuotas al día, mantiene todo su plantel, incluido cuerpo técnico con 22.000 pesos y se mantiene cómodo en la mitad de la tabla, como desde hace varios años. Mientras el club se debate entre la pobreza franciscana en sus arcas y la falta de resultados en los partidos, desde que es presidente de la entidad, Rubén Corbalán pasó de su viejo Renault 12 de toda la vida, a cambiar dos veces el auto por modelos cero kilómetro.
Corbalán es el secretario general de la mutual de los agencieros de tómbola, a través de la cual se canalizan algunas de las ayudas para el Club Atlético Mitre que muy pocas veces llegan a destino. Esto lo comprobaron algunos socios hace varios domingos, cuando debieron sacaqr dinero de su propio bolsillo para parar los adicionales a la policía, porque esa tarde, como tantas otras cuando se juega un partido, el presidente no estaba en el estadio.
Algunos socios concurrieron hace poco a la dirección de Personas Jurídicas, para averiguar el estado del club, ya que toda la Comisión Directiva ha renunciado, lo mismo que Corbalán, quien presentó su dimisión por lo menos dos veces en los últimos tiempos. Sin embargo, en la repartición provincial les dijeron que no habrá respuesta, porque al parecer Mitre es uno de los clubes protegidos por el ministro de Gobierno, José Emilio Neder a través de Gerardo Montenegro, uno de los máximos capitostes de la Confederación General del Trabajo, diputado provincial y receptor de multimillonarios subsidios de la provincia, sin cargo de rendir cuentas, obviamente.
El básquet y el fútbol son deportes fuertemente subsidiados en las provincias, ya que sin el dinero del Estado habría que cerrar los estadios. Se sabe que Quimsa, Olímpico y Central Córdoba, reciben cada uno un millón de pesos por mes para solventar sus gastos. Para dar una idea de lo que cuesta mantener un club como Quimsa, baste con señalar que a Carlos Romano uno de sus jugadores, no precisamente el más caro, se le pagan 30.000 dólares por mes. Esto no se podría solventar jamás con la venta de entradas, la televisión, la propaganda y la publicidad estática del estadio. Obviamente, queda dinero en el camino.
Socios de Mitre que conversaron con Arena Política, sostuvieron que por medio de una inexistente asociación, el club estaría recibiendo más de 120.000 pesos por mes, lo que le alcanzaría para comprar jugadores de valía y hacer una campaña con posibilidades. En estos momentos los futbolistas que más cobran en el club son Pablo Ávila, y Rodolfo Cuellar, cada uno embolsa 1.500 pesos por mes.
Hay quienes se están movimiento para recuperar el club para sus socios, por el momento se están dando con que turbios tejes y manejes impiden cualquier tipo de pedido de informes, aunque más no fuera para saber dónde están parados y qué se podría hacer para salir de la anomia reinante.
Mientras, los hinchas comunes sufren. Y esperan.
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