Marcelo Pato, jefe de policía de Gerardo Zamora.
Policías de la seccional 37 de Arraga, departamento Silípica, dejaron en grave estado al joven Gonzalo Pérez, quien fue castigado brutalmente y abandonado al costado de la ruta nacional 9.
Está internado en el hospital Regional en terapia intensiva y presenta fuertes golpes en la cabeza y en el tórax. Presenta pérdida de masa encefálica y un golpe a la altura de los pulmones que no le permite respirar; lo hace con respirador artificial.
Todo el pueblo de Arraga sabe que la golpiza provino de la policía del lugar. “¡Vieron que nadie investiga nada! Claro, si fue la policía, ¿a quien va a investigar?”, reflexionó una joven estudiante, amiga del joven víctima del apremio ilegal, que dialogó con Arena Política.
El hecho ocurrió hace más de un mes, y esta página lo crónico oportunamente; al día que los pobladores denunciaron y a instantes en que el joven fue ingresado a terapia intensiva del Regional.
Pero se lo oculta para el gran público por una orden del jefe de policía, Marcelo Pato. Éste funcionario lo único que hizo fue trasladar a dos o tres miembros de la comisaría de Arraga.
¿Qué hace el juez en turno, Juan Ignacio Coria Vignolo? ¿No será que el jefe de policía le escondió el parte de tamaño suceso? Capaz, nomás. No hay otra explicación, porque no se entiende cómo un juez no disponga alguna investigación en un hecho tan grave y por el que un joven está muriéndose en terapia intensiva del hospital Regional.
¡Pobres los vecinos de Arraga! Están desamparados. No tienen policía que les brinde seguridad ni menos una justicia que les otorgue garantías. Por ello, están realizando colectas y otros beneficios para que la familia de Gonzalo vaya y venga, turnándose, para estar al lado de la víctima.
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