Abel Tévez.
Se sabe que para llegar a ocupar un cargo ya sea electivo o por designación, no siempre se hace n virtud a su capacidad, actitudes o talento.
De hecho, la suerte juega un papel preponderante en la designación. Si a esto le sumamos una carencia de nombres, el criterio para tal decisión se hace un poco complicada.
Así, con ese panorama nos encontramos ya casi en la previa de las municipales y los apellidos que resuenan y nos obligan a un paréntesis y reflexión.
Cuando de candidatos se trata, no podemos obviar a quienes estarían, con posibilidades de ser bendecidos. Tal vez, en esa privilegiada grilla, se ubicaría Abel Tèvez, como uno de los que quedaría por decantación.
La ineptitud
Sin un aval ni pergamino que se le conozca, el actual Secretario del Agua, tiene como pasado más reciente, su cuestionada ineptitud para desempeñarse en la función, para el que fuera designado. El oscuro desempeño, en las recientes inundaciones del sudeste provincial, que le demandará al Estado provincial, una erogación de más de 4 millones de pesos. Pone en evidencia que cuando hablamos de ineptitud, el inepto ingeniero en cuestión puede quedarse con la corona y por varias vueltas de diferencia.
Casi un carente de criterio para definir situaciones y una evidencia mediocridad en la función, pone al descubierto una falta de actitudes políticas, para la toma de decisiones se trata.
El municipio y lo cotidiano
Ocupar una intendencia, donde el trabajo del día a día, requiere de criterios y políticas ejecutivas rápidas, hacen de quienes ocupen ese sitial; de hombres probos y ejecutivos. Precisamente, ese no es el perfil de Abel Tèvez, para tal función.
La falta de ejecutividad fue una las facetas que mas a caracterizado al funcionario provincial. Casi un NN para los vecinos de la ciudad. Sin experiencia alguna en el plano político propiamente dicho; hacen del pre candidato, un hombre acto para hacer del municipio de la Capital , una verdadera eclosión.
Los amigotes de Abel
Rodeado de un pequeño “círculos de amigos”; sospechados de espurio manejos en Recursos Hídricos y la Sub secretaria de Ciencia y Tecnología, muestran a un funcionario, más preocupado por lo personal, que en su vocación de servicio.
Cabe destacar, que por el cerrado circulo en que el anciano candidato se mueve, es resistido por su confeso “gorilismo”. Una suerte, de repudio hacia los sectores de bases, en especial los que provienen del peronismo.
Precisamente, de eso se trata. El municipio es servicios y obra pública, no es justamente el fuerte del funcionario del agua. Cuando solo de vocación se habla.
Colgado del saco
Posesionar a un candidato como el referido, puede no ser tarea fácil. A veces, con el colgarse simplemente del saco de alguien, no alcanza.
Es por todo sabido que el gobernador, tendrá que salir a poner la cara, como lo ha venido haciendo para sostener candidatos. En función, de imagen no siempre es la fórmula infalible para captar votos de un electorado, que desde ya se muestra indiferente, frente a candidatos de medio pelo.
Lo cierto que el resistido, (por propios y extraños) pre candidato, sueña y se desvela por una candidatura que de ser efectiva, sería un regalo del cielo. Más que encontrada e inmerecida. Un premio del Gordo de Navidad, potenciado y por adelantado.
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