miércoles, 4 de agosto de 2010

El Jockey debe varios aguinaldos a sus mozos

Es uno de los clubes más tradicionales de Santiago, pero debe varios aguinaldos a sus mozos que se desesperan al observar que, a pesar de que el gobierno volvió a alquilar el entrepiso como una manera de ayudar a la institución, ellos siguen siendo el último orejón del tarro.
Mucha gente tiene asco de este club, sobre todo por la exclusión de que hacían gala sus socios. Hasta no hace muchos años, las mesas y sillas de las veredas eran exclusivas y cualquiera que osara sentarse allí era expulsado inmediatamente, peor que un perro.
Es un club en el que corre mucho dinero en las mesas de juego de sus pisos superiores, pero sus autoridades andan escondiéndose de los mozos que, cada vez que los ven, les piden que -por favor- les paguen el aguinaldo de una buena vez.
La última esperanza que tienen de cobrar, es que alguien de la comisión directiva lea este blog y se apiade de ellos. Después de eso solo les quedan las presentaciones ante el ministerio de Trabajo, el gremio y finalmente el inevitable juicio.
El que avisa no traiciona, dicen los mozos.

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