Carlos María Borges*
Con gran asombro leí días el anuncio sobre la creación de una Guardia Ibarriana: “Un nuevo Escuadrón Policial que recreara a los Históricos Patricios Santiagueños”.
Desde hace un par de años atrás, se pensó en la idea de crear un cuerpo que sirva de Guardia para el Nuevo Centro Cultural de esta capital, al estilo del que cumple funciones en el Cabildo Salteño (Guardia de los Gauchos de Güemes) pueblo del norte que tiene verdaderamente arraigada su historia y cultura y rememorar la figura de Güemes es un hecho cotidiano.
Ahora bien, de aquello que años atrás se pensó como una forma de homenaje a nuestros patriotas, a esto que se plantea hoy, hay un mundo de diferencia y con el que estoy en el mas profundo desacuerdo, pues considero un error conceptual imperdonable e incompatible con un sistema democrático, “inventar” una guardia Ibarriana que en su momento estuvo organizada al mejor estilo de la “Mazorca Rosista ” y de carácter pretoriano.
Pero pretender comparar a Güemes con Ibarra es un verdadero disparate. Mientras el primero fue el Guardián de nuestras fronteras en el Norte y jamás se instalo en el poder a fuerza de terror y muerte, Juan Felipe Ibarra cuyo gran merito fue lograr definitivamente la Autonomía de nuestra Provincia, si lo hizo y rigió los destinos de nuestra Patria Chica durante 30 años con un estilo autoritario, sembrando el terror, la muerte y el destierro de los que no lo apoyaban o simplemente pensaban distinto.
Que posteriormente Juan Felipe Ibarra por un decreto creó el cuerpo de policía es verdad, pero también en cierto que jamás se organizo como tal, debiendo esperarse hasta la década del ´60 para que ello así ocurra, pues depositaba en sus mas fieles seguidores (mazorqueros) su confianza y seguridad.
Si recrear la Mazorca Ibarriana ha sido el pensamiento de alguien que desconoce nuestra historia, entonces lo entiendo, pero Santiago del Estero, es una cuna de poetas, cantores y escritores y debieron recurrir a estos últimos para ilustrarse adecuada y objetivamente y darle el sentido de homenaje que corresponde.
Instalar como un hecho positivo en las mentes de nuestros comprovincianos esta parte de la historia negra de nuestro Santiago, implica tergiversar la historia y recrearla a gusto y paladar, implica instalar como concepto en un gobierno democrático la intolerancia, el autoritarismo, la tiranía, la dictadura, escenario que sin dudas todos despreciamos y dejamos muy atrás en la historia provincial, pero además, imponer como Guardia Ibarriana al Cuerpo de Patricios Santiagueños, significa adueñarse de un hecho pensado, creado y sustentado económicamente por Juan Francisco Borges, cuyo grupo de 317 hombres, no solo tuvo una labor destacada en la campaña del Alto Perú, sino que defendió los ideales de la Revolución de Mayo y reivindicó la Patria en el sentido mas profundo de nuestra historia.
Recrear el Cuerpo de Patricios Santiagueños, tiene un significado superlativo y es honrar a tantos hombres enrolados en ese Batallón de Criollos como lo fueron Lugones, Goncebat, Iramain, Borges, Gallo, Taboada, Riesco, Cumulat, Cainzo, Ávila entre tantos otros que en muchos casos dispusieron de sus fortunas, ofrendaron sus vidas y la de sus hijos en aras de la Libertad Americana y jamás vacilaron ni siquiera por un momento cuando su Patria Chica requirió de sus servicios, defendiendo sus ideales con generosidad y desprendimiento. Ese es nuestro gran orgullo
Justamente cuando nuestro país se apronta a celebrar con toda honra el Bicentenario de la Revolución de Mayo, los honores y los respetos, deben dirigirse a quien el “numen” Revolucionario, Juan Francisco Borges y al orgullo provincial que fueron los Patricios Santiagueños. A Juan Felipe Ibarra le corresponde el orgullo de la Autonomía , por la cual ofrendo su vida Borges, mas no estos honores.
En síntesis estimados lectores equiparar a los Patricios Santiagueños con los grupos Pretorianos de control establecidos por Ibarra es una incoherencia fruto de quienes no son Santiagueños, desconocen nuestra historia o simplemente es un mensaje “a la medida ¿de quién?”.
Por ello aun es tiempo de reconsiderar el formato que se le dará a la Guardia de Honor que tendrá el Centro Cultural, a fin que el mensaje que se desea dar a nuestra comunidad recupere los ideales de Mayo en base a verdad y justicia, democracia y respeto por los que piensan distinto, el amor a la patria chica y el honor de nuestros héroes.
*Tataranieto de Juan Francisco Borges.
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