Europa cree estar superpoblada.
Pierre Chaunu, profesor emérito de La Sorbona y miembro de la Academia Francesa , truena contra la estupidez humana cuando se le pide comentar el Informe de Naciones Unidas sobre la Población , que anunció que el 12 de octubre la población mundial llegó a seis mil millones. “Estos datos son falsos, estamos ante una auténtica manipulación del tipo de la que se ha usado contra Pío XII”.
En cincuenta años de investigación demográfica Chaunu ha analizado todos los aspectos del crecimiento y disminución de las poblaciones, y en 1975 denunció el colapso demográfico de Occidente. “Desde hace 35 a 40 años –explica– constatamos una fantástica desaceleración de las tasas de fecundidad, pero estos cálculos no son nunca tenidos en cuenta. Todas las cifras africanas están infladas, como resultó, por ejemplo, en un censo hecho en Nigeria hace algunos años, y cuyas cifras no concordaban para nada con las de Naciones Unidas. África tiene cien millones menos de ciudadanos de las cifras oficiales”.
¿Por qué se inflan los datos?
“Los organismos internacionales –opina el demógrafo francés– han gastado sumas enormes para imponer en muchos países un plan de control de natalidad muy autoritario que debe ser justificado anunciando un peligro inminente para todo el planeta. Dicho esto, es verdad que ha habido períodos en los que la tasa de crecimiento era excesiva. Pero la regulación se produce espontáneamente con el aumento del nivel de vida. No hace falta falsificar los datos”.
“Los datos sobre China, país que actualmente no logra sustituir a las generaciones, no son creíbles. En Europa actualmente no hay un solo país en el que la población tenga un saldo positivo en su crecimiento demográfico, mientras que en 12 o 15 países, entre ellos Italia y Alemania, son más las muertes que los nacimientos. Incluso América Latina, Brasil a la cabeza, ha dejado de crecer”, revela Chaunu.
“Se habla hoy de un período de transición, es decir, el paso de la explosión demográfica a la implosión; pero este fenómeno ocurrió hace ya cincuenta años –dice el experto–. Según mis cálculos, en el conjunto del planeta las generaciones no podrán ser sustituidas a partir del 2020. El hecho es que el fenómeno de la caída total de la población no es evidente en los primeros 30 años porque la población sigue creciendo por efecto del envejecimiento”.
En opinión del demógrafo francés, un cierto número de expertos estadounidenses que trabajan para las Naciones Unidas, “aunque se han dado cuenta de que han cometido un error en sus cálculos, en nombre de la buena causa juegan con el miedo: miedo a la invasión y la asfixia por parte de ciudadanos del Tercer Mundo”.
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