Luis Saleme en su despacho.
Los funcionarios radicales sorprenden en todos lados. A los desaguisados del célebre Julio Alegre (Capital), se pueden mencionar, por ejemplo, las tropelías del intendente de Las Termas de Río Hondo, el radical-zamorista-kirchnerista Luis Saleme.
El miércoles pasado, el Concejo Deliberante le presentó un cúmulo de denuncias y, consecuentemente, el pedido de juicio político. El petitorio pasó a la comisión pertinente, con cargos como mal desempeño, sobrefacturación, abuso de autoridad, exceso de gastos, etc.
Para compararlo con Alegre, digamos que Saleme cerró la municipalidad en el mes de enero, se fue de vacaciones, y le puso candado para que no pudiera acceder a la comuna el presidente del Concejo Deliberante, José Luis Capuzano.
Otra perlita termense: hay documentación donde Saleme percibe viáticos por realizar gestiones fuera de su ciudad, pero, al mismo tiempo, aparece firmando decretos los días en los que, supuestamente, estuvo ausente.
Igualito que Julito Alegre, también Luisito Saleme tiene padrinos que lo prohijaron, lo impulsaron y lo mantienen: Gerardo Zamora (gobernador) y Ricardo Daives (ministro de Justicia y coterráneo del intendente cuestionado).
Mañana, cuando el zamorismo-kirchnerista pierda la comuna de Las Termas de Río Hondo y el hoy intendente sea llevado al banquillo de los acusados, que nadie se olvide de sus mecenas que le permitieron y le permiten cometer tantas depredaciones en la función pública.
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