El oficialismo ya no funciona.
Las elecciones para elegir la mitad del Concejo Deliberante de Mendoza de este domingo con un quinto lugar para el oficialismo K, muestra que la tendencia contra el gobierno se mantiene, sobre todo, en las ciudades, donde el clientelismo no funciona.
El resultado es un rotundo espaldarazo para el intendente “Viti” Fayad, y lo proyecta como candidato a gobernador de la provincia. Más cercano al radicalismo tradicional y a Elisa Carrió que a Cobos, fue adversario de éste cuando el actual vicepresidente se entregó al kircherismo.
El tradicional Partido Demócrata logró el segundo lugar, aunque lejos del ganador y le ganó por nocaut al machismo que quedó cuarto, pues el tercer lugar fue para el Socialismo.
El Socialismo, que nunca tuvo representación en el Concejo Deliberante de Mendoza, tuvo la habilidad de postular a un ex senador provincial de origen radical Alberto Montbrun, uno de los expertos en seguridad más capacitados del país. Recibió el premio de un tercer lugar y una banca.
El Pro rompió el acuerdo con el Partido Demócrata porque exigía el primer lugar en la lista de concejales. Puso todo la carne al asador en fondos y presencia, porque Mauricio Macri como de Gabriela Michetti fueron varias veces a la ciudad de Mendoza y Jorge Macri se instaló allí. Querían demostrar que tienen votos fuera de la ciudad de Buenos Aires.
La derrota del Pro, su cuarto lugar y su fracaso en lograr una banca tiene importancia porque es la caída de los que creen que la popularidad obtenida en campos como el deporte o el espectáculo habilita para la política sin tener en cuenta la capacidad y la honradez de los candidatos y su representatividad social.
Es la misma línea que inició el menemisno cuando incorporó a la política a ineptos como Palito Ortega, Daniel Sciol o el cómico Tristán.
Orly Terranova tiene como mérito ser el argentino mejor calificado, noveno o décimo, en el rally del Dakar que se ha corrido estos dos últimos dos años en los más difíciles caminos de la Argentina y Chile. Pertenece también a una empresa muy cuestionada contratista del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Es eso suficiente para reemplazar a la política tradicional?
La política necesita una gran renovación, sobre todo necesita un salto cualitativo y hacia delante, que sea una carrera de honores y no un camino para que algunos “pilla monedas” tengan oportunidad de vivir a costa del pueblo, como hemos vistos en fotografías recientes por estos rumbos.
Eso no se logrará con figuras de impacto mediático pero sin capacidad, mérito o historia.
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