“Gerardo Zamora está dispuesto a negociar con los auto-convocados de la salud, ya que la mayor parte de los ocho puntos que reclaman son meramente administrativos,; con los que no quiere saber nada porque les tiene una especie de alergia histérica, es con los nueve jefes de servicio del Regional”, confió un alto funcionario del gobierno a Arena Política.
Agregó: “Está convencido de que los jefes de servicio son fácilmente reemplazables y está dispuesto a nombrar médicos jóvenes en su lugar”. Sus asesores lo habrían persuadido de que cualquier médico joven y con ganas de trabajar “es suficiente para que sea jefe de cualquiera de los servicios que presta el hospital Regional” que “convengamos –agregó- no es el Memorial Hospital de Nueva York sino un hospital de provincia pobre de la Argentina”.
Al parecer también se le planteó a Zamora que los médicos Carlos Morales Oliva y Pascual Llugdar no tendrían nada que ver con el fallecimiento de un paciente en el Regional, sin embargo habría dicho “que le hagan juicio a la provincia para resarcirse de los gastos ocasionados por su detención”, dando a entender que no está dispuesto a ordenar a los jueces que cesen en su persecución a estos profesionales.
Es decir, siempre según los dichos de este funcionario, que “Zamora puede arreglar con todos, volver atrás con las cesantías e incluso discutir una política integral de salud con los médicos” siempre y cuando “los jefes de servicio cesanteados no estén en la mesa de negociaciones”.
Agregó: “Al que tiene entre ojos es al jefe de traumatología del Regional, Carlos Scaglione, más que a ningún otro auto-convocado, aunque es difícil saber por qué ya que cuando le hablan de él se pone muy nervioso”.
Esta mañana unos quinientos efectivos policiales rodearon el hospital Regional y lo tomaron prácticamente por asalto para impedir la entrada de los jefes de servicio, de los empleados que el gobierno dejó cesantes y de toda otra persona que pareciera sospechosa.
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