Jorge Franco.
Una de las máximas del kirchnerismo es que no hay nadie mejor que los amigos para realizar negocios. Jorge Franco es, al menos, un viejo conocido, al que beneficiaron poniendo de interventor de la franquicia del Partido Justicialista en Santiago hasta octubre de este año. Además es el vicepresidente de la filial argentina de la estadounidense Innviron, una empresa dedicada al tratamiento de residuos urbanos.
Innviron acaba de acordar con Enarsa que le venderá la energía producida por la planta que instalará en Villa María. Allí se generará eléctricidad a partir de basura. El periódico digial Urgente24 reveló hace unas horas que ese "acuerdo marco" se realizó por fuera del proceso licitatorio que la empresa estatal le exigió al resto de las interesadas en aportar este tipo de energía.
Los vínculos con el kirchnerismo le habrían permitido a Innviron correr con ciertas ventajas que incluirían financiamiento del Estado (a través de Enarsa) para la construcción de la planta procesadora. Esos vínculos vienen por el lado de Franco.
Franco nació en Río Negro, es el hijo del ex gobernador peronista del ‘73, Mario Franco, y fue dos veces diputado provincial en los años en que gobernó la provincia el radical Horacio Massaccessi.
De aquellos años le queda el apodo de 'Grundig'. "Caro, pero el mejor".
Franco fue a trabajar a la Secretaría de Inteligencia del Estado cuando fue designado como su titular otro rionegrino, Carlos Soria. Soria fue designado durante la presidencia interina de Eduardo Duhalde y luego reemplazado por Miguel Angel Toma. Sin embargo, ante el cambio de jefe Franco permaneció en el puesto que luego abandonó.
"Soy justicialista, pero que yo sepa, desde la Libertadora , es la primera vez que veo que se observe a un peronista por llevar adelante una actividad empresarial", se quejaba Franco al responder sobre las consultas referidas a su relación con el Gobierno Nacional.
Innviron consiguió un acuerdo con Enarsa para venderle 30 megawatts de energía eléctrica producto de la regasificación de basura. Diversos legisladores denunciaron que se trata de un negocio para beneficiar a la empresa con subsidios estatales. Para ello apuntaron a los lazos de la empresa con el kirchnerismo.
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